El concepto es la unidad fundamental del pensamiento humano, una serie de datos estructurados en forma lógica que le brinda significado a algún elemento del entorno. Desde temprana edad, cada individuo comienza a formar conceptos y evoluciona en este proceso a lo largo del tiempo.
El objetivo de este artículo es explicar cómo se construyen las características de los conceptos y la importancia que tienen en su definición. La identificación de estas características esencial es fundamental en la comunicación y en la construcción del conocimiento.
Las características esenciales: definición
Las características esenciales de un concepto son aquellas que definen su esencia, su identidad. Todo concepto tiene una serie de propiedades que lo identifican y lo diferencian de otros. Al conjunto de características que comparten los objetos a los cuales se hace referencia se le llama comprensión o connotación. Por otro lado, la extensión o denotación se refiere al número total de objetos a los que hace referencia.
Por ejemplo, pensemos en el concepto de “perro”. La comprensión o connotación del concepto de “perro” abarca ciertas características esenciales como “cuadrúpedo”, “animal”, “mamífero”, “peludo”. En este caso, la extensión o denotación del concepto “perro” se refiere a todos los perros que existen en el mundo.
¿Qué son las características accidentales?
Las características accidentales, en cambio, son propiedades que pueden cambiar sin alterar la esencia del objeto.
Por ejemplo, imaginemos un reloj de pared. Su comprensión o connotación incluye características esenciales como “medición del tiempo”, “mecanismo de relojería”, “visibilidad de la hora”. Sin embargo, su color, su forma, su tamaño son características accidentales que pueden variar sin afectar la función principal del reloj.
La definición de un concepto
La definición de un concepto se hace mediante la delimitación de sus características esenciales y la eliminación de las accidentales. De esta manera, se llega a una comprensión que identifica a todo objeto que posea esas características esenciales.
Por ejemplo, pensemos en el concepto de “triángulo”. Este concepto incluye características esenciales como “figura plana”, “tres lados”, “tres ángulos”. Si un objeto tiene estas características esenciales, puede ser identificado como un triángulo. La eliminación de características accidentales como “color” o “tamaño” no altera la esencia del concepto, ya que no son necesarias para identificar la figura como un triángulo.
La importancia de las características esenciales en la comunicación
La identificación de las características esenciales de un concepto es fundamental en la comunicación. Cuando dos personas se comunican, deben estar seguras de que tienen la misma comprensión del concepto que están utilizando. De lo contrario, podrían estar hablando de cosas diferentes sin darse cuenta.
Por ejemplo, si una persona dice “manzana” y la otra piensa en una fruta de color rojo y otra piensa en una marca de computadoras, la comunicación no será eficaz.
Problemas en la traducción: los “falsos amigos”
La identificación de las características esenciales de los conceptos también es importante en la traducción. Un término en un idioma puede parecer similar a otro término en otro idioma, pero si no se identifican correctamente las características esenciales, podrían no ser equivalentes.
Por ejemplo, las palabras “embarazada” en español y “embarassed” en inglés parecen similares, pero no son equivalentes. Si se confunden estas palabras, se podría decir que alguien está “embarazado” cuando en realidad está “apenado”.
La evolución de las características esenciales de los conceptos
La formación de ideas se encarga de categorizar el entorno para darle sentido y poder interactuar con él. Existen dos vertientes que explican la creación y conceptualización de las ideas: el preconcepto y la conceptualización. El preconcepto se desarrolla a partir de la percepción de los objetos, mientras que la conceptualización se da a partir de la abstracción de los preconceptos.
Para llegar a la formalización de las operaciones lógicas como la aprehensión o la conceptualización, hay cuatro grandes etapas: sensomotrices, interiorización en representaciones imaginarias, interiorización completa y autonomía de la forma respecto a su contenido.
Ejemplos de características esenciales y accidentales
Veamos algunos ejemplos más para entender mejor la diferencia entre características esenciales y accidentales:
- Perro: esenciales: cuadrúpedo, animal, mamífero, peludo. Accidentales: color, tamaño, raza.
- Mesa: esenciales: soporte plano para colocar cosas. Accidentales: color, tamaño, forma.
- Lápiz: esenciales: objeto que se utiliza para escribir o dibujar. Accidentales: color, tamaño, marca.
Conclusiones
En resumen, las características esenciales de un concepto son aquellas que definen su identidad y son necesarias para identificarlo en distintos contextos. La identificación de estas características es fundamental en la comunicación y en la construcción del conocimiento.
Es importante recordar que cada concepto tiene una comprensión o connotación que incluye características esenciales y que la eliminación de características accidentales no altera la esencia del concepto. La identificación de las características esenciales también es fundamental en la traducción, para evitar los llamados “falsos amigos”.
En definitiva, el concepto es la unidad básica del pensamiento humano y su comprensión es esencial para nuestra capacidad de crear, entender y transmitir ideas.