La Biblia está llena de imágenes y metáforas relacionadas con el campo y la agricultura. Uno de los términos más utilizados en este contexto es “segar”. Según el diccionario bíblico, segar significa cortar mieses o hierbas con la hoz, la guadaña o con máquinas. En la Biblia, siega se refiere al acto de cortar las mieses. Pero el término “segando” significa cortar cualquier cosa de un golpe, especialmente lo que está más alto y sobresale.
El tiempo de la siega
El tiempo de la siega es el tiempo de la cosecha, que incluye todo lo que tiene que ver con la producción de vino y el grano. Después del tiempo de la siega, no habrá vida en la tierra. La siega es una expresión bíblica que indica un tiempo maduro para una determinada acción. En el otoño venía la recolección de las frutas y se celebraba la fiesta de las Cosechas o de los Tabernáculos.
La siega en la Biblia
En la Biblia, el verbo ‘therizo’ significa ‘segado’ o ‘cosechado’, y es utilizado en sentido literal y figurado en varios pasajes del Nuevo Testamento. El verbo es utilizado en referencias a la entrada de samaritanos al Reino de Dios, la ayuda material a los menesterosos y el derecho del apóstol y sus compañeros de misión de recibir ayuda material. También se utiliza en sentido figurado en el juicio discriminatorio que Dios ejecutará al final de esta edad cuando separe el trigo de la cizaña.
La siega en el libro de Gálatas
En el pasaje de Gálatas 6:7-8, se habla de segar “corrupción”, en referencia a todo aquello que es efímero y pasajero, y de segar vida eterna como resultado de sembrar “para el Espíritu”. En esta forma de entender la siega la cosecha no tiene que ver sólo con la producción del grano o las frutas, sino con la cosecha de nuestras propias acciones.
La siega en el libro de Juan
El verbo ‘therizo’ aparece dos veces en el libro de Juan, con referencia a los frutos que los discípulos disfrutarían de lo que Cristo había estado haciendo en Samaria. Aquí se trata de que la siega se relaciona tanto con el tiempo de la cosecha como con el proceso de seguir y recibir las enseñanzas de Cristo.
La siega en el libro de Apocalipsis
En el libro de Apocalipsis, se habla de la siega figurativa en el juicio discriminatorio que Dios ejecutará al final de esta edad. La siega y la vendimia representan para el campesino el fruto de su labor y la garantía de su subsistencia anual, y puede representar también el juicio de Dios.
La siega y la separación
El tiempo de la siega es, pues, el tiempo adecuado para la separación, cuando los frutos han madurado y no es fácil confundirlos. Desde la siembra hasta la siega, las plantas saludables y las venenosas crecen y se desarrollan juntas, compartiendo el agua, el sol y los nutrientes del suelo. La siega se utiliza como figura para representar el momento del juicio y del fin del tiempo de prueba concedido a los seres humanos.
La siega en la parábola del trigo y la cizaña
En la parábola del trigo y la cizaña, el Señor Jesús usó la siega como figura del fin de este siglo y como una señal para que sus discípulos sepan que el mundo está preparado para recibir las buenas nuevas de salvación. La siega se convierte así en una figura unificadora entre lo espiritual y lo terrenal, cuyo significado esencial es el cambio.
La siega en el tiempo de Jeremías
Jeremías estableció también un paralelo entre el fin de la siega y el fin del tiempo de prueba concedido a los seres humanos. La siega es un símbolo tanto de la finalización de etapas como de su inicio. Cuando se realiza la siega, se está cortando lo que está maduro –lo que es bueno- para abandonar lo que no es bueno. Esta metáfora se utiliza para demostrar que la vida en sí misma es una siega constante, donde cortamos algo que está maduro para hacer espacio para algo nuevo.
¿Cuál es el valor simbólico de la siega en la Biblia?
La siega tiene valor simbólico tanto en lo personal como en lo colectivo. Dado que la siega es un proceso que remite a la cosecha, puede ser entendida como la recogida de algo fructífero y valioso. La siega se convierte en una figura unificadora entre lo espiritual y lo terrenal, cuyo significado esencial es el cambio. En este sentido, la siega representa una separación entre el bien y el mal. En cuanto a la cosecha espiritual, el simbolismo de la siega también se refiere a la separación entre la fe verdadera y la falsa.
La siega del trigo y la cizaña
Como la siega tiene que ver con la cosecha del grano, también representa un período de prueba en el cual se define la relación entre lo bueno y lo malo. La parábola del trigo y la cizaña conforme a Mateo 13:24-30, muestra que el hombre a través de su libre albedrío tiene la capacidad para producir una cosecha buena o mala. Sin embargo, el trigo y la cizaña crecen juntos en el campo hasta el tiempo de la siega, momento en que se recoge el trigo para ser almacenado en los graneros, mientras que la cizaña se quema. Esta parábola enseña que aunque los justos y los pecadores viven juntos en la época en que se sembró la palabra de Dios, al fin habrá una separación, y la siega representa este momento.
La siega como período de madurez
La siega no sólo es un acto que ocurre en el campo, sino que también sucede en la vida de las personas. La siega es un momento de madurez, temporadas de experiencias gratificantes y esfuerzos recompensados. La siega, entonces, es una época de cosecha, es tiempo de disfrutar los frutos de nuestro trabajo y esfuerzo.
La siega de la cebada y el trigo en la época de los hebreos
En la época de los hebreos, el tiempo de la siega tenía una importancia vital. La cebada se segaba antes y se ofrecía en el Templo como primeros frutos de la cosecha –un acto de agradecimiento a Dios por bendecir la Tierra-. La cosecha del trigo era aún más crucial, ya que era esencial para la subsistencia humana. La liberación del Pueblo Hebreo de Egipto debe situarse en este contexto, y es por eso que el pan sin levadura que se come en la Pascua simboliza ese tiempo de maduración de la siega.
La siega en la epístola de Santiago
El verbo ‘amao’, que se traduce como “que han segado” en el pasaje de Santiago 5:4, tiene un sentido diferente en referencia a la explotación laboral. En este sentido, la siega se convierte en una metáfora de la explotación al estar referida a la recolección de productos -en este caso, uvas- y queda claro que se trata de un trabajo difícil y arduo.
El significado de la siega en la actualidad
Vivimos en un mundo donde todo cambia rápidamente, y sin embargo, la siega nos recuerda que todo tiene su propio ritmo. El tiempo de la siega es un período que trasciende las épocas y las culturas, y aunque el conocimiento técnico haya evolucionado, el significado de la siega sigue siendo el mismo. La siega simboliza la producción, el esfuerzo, la cosecha, el juicio y el tiempo.
La siega en la vida cotidiana
Aunque hoy en día la siega ya no forma parte de la vida de la mayoría de las personas, representa todavía el momento en que los frutos han madurado, y el tiempo adecuado para la separación. En la vida cotidiana la siega se emplea de forma metafórica para indicar que ha llegado el momento adecuado para la separación entre el bien y el mal, lo que es gratificante y lo que no lo es. De ahí que este término se utilice en el mundo académico, religioso, político y empresarial para referirse a cualquier tipo de selección.
La siega en la literatura
En la literatura, la siega se utiliza también como una metáfora para representar el momento del cambio, cuando se deben cortar los lazos con el pasado para poder avanzar hacia el futuro. Además, la siega es un tema que ha sido utilizado en la literatura de la Edad Media, como La siega alegre de Joaquín Rodrigo.
La siega en el arte
En el arte, la siega es un tema recurrente, especialmente en la pintura. En la obra de Millet, los segadores en el campo recuadran el horizonte y la figura humana. Auchincloss lo usó como título para un libro, y en la pintura de van Gogh La siega, el artista celebra la cosecha haciendo que la siega se convierta en una fuente de color.
Conclusión
La siega es un símbolo que encierra muchas verdades, y que ha sido utilizado a lo largo de los siglos como una metáfora de cambios significativos en la vida humana. La siega es un momento de madurez, temporadas de experiencias gratificantes y esfuerzos recompensados. Como hemos visto, tiene un valor simbólico tanto en lo personal como en lo colectivo, y representa la separación entre el bien y el mal. La siega es una lección importante para nuestra vida, porque nos demuestra que hay un tiempo adecuado para cada cosa, y que cada acción tiene su propio ritmo. ¿Qué significado tiene para ti la siega? ¿Cómo te ha influenciado