Profetizar es un término que se utiliza con frecuencia en la Biblia, pero ¿qué significa exactamente? Si buscamos una definición en el Diccionario de la lengua española, encontramos dos significados: anunciar o predecir cosas futuras, y conjeturar o hacer juicios del éxito de algo por ciertas señales observadas o cálculos previamente realizados. Sin embargo, el término adquiere un significado más profundo cuando lo analizamos desde la perspectiva bíblica.
A lo largo de la Biblia, se hace referencia a la profecía y al profeta en múltiples ocasiones. El profeta es aquel que lleva un mensaje de alguien más, no en su nombre propio. La profecía puede incluir tanto la predicción del futuro como la proclamación de la verdad divina en el presente. La Biblia habla de profetas verdaderos y falsos, y establece ciertos criterios para distinguir entre ellos.
¿Qué es un profeta según la Biblia?
En la Biblia hebrea, el término “nabî” se utiliza para describir a un profeta. Este término aparece unas 309 veces y se utiliza para referirse a aquellos que son portavoces del Dios verdadero, así como para aquellos que engañan a la gente con mentiras. El primer caso de “nabî” se encuentra en Génesis 20:7. En hebreo, el verbo “naba” significa “profetizar”.
En el Nuevo Testamento, se hace referencia a los profetas en varios pasajes. Jesús es implorado para “profetizar” quién lo había golpeado (Mateo 26:68, Marcos 14:65 y Lucas 22:64). El apóstol Pablo también habla de la importancia de la profecía en la iglesia en varias ocasiones, como en 1 Corintios 14:1: “procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis”.
Diferencia entre el don de profetizar y el oficio de profeta
Es importante distinguir entre el don de profetizar y el oficio o cargo de profeta. En 1 Corintios 12:10, se menciona el don de profetizar como uno de los dones del Espíritu Santo. Este don se usa para edificar, exhortar y consolar a las personas. No todos los que tienen el don de profetizar tienen el oficio de profeta. Los verdaderos profetas eran aquellos que hablaban en nombre de Dios y se presentaban como mensajeros divinos.
¿Qué es profetizar en la iglesia?
En la iglesia, la profecía se refiere a la capacidad de recibir un mensaje de Dios y comunicarlo a la congregación. La idea es que Dios sigue hablando hoy a través de sus siervos y siervas, que pueden recibir mensajes de edificación, consuelo o exhortación. Sin embargo, es importante señalar que estos mensajes no deben contradecir la Escritura y deben ser juzgados con discernimiento.
En 1 Corintios 14, Pablo establece algunas pautas para el uso del don de profecía en la iglesia. En primer lugar, señala que el propósito de los dones espirituales es edificar la iglesia. En segundo lugar, sugiere que se deben usar con orden y en armonía con los demás miembros del cuerpo de Cristo. Finalmente, afirma que todas las profecías deben ser juzgadas, para evitar errores o falsas interpretaciones.
Ejemplos bíblicos de profecía
A lo largo de la Biblia, encontramos numerosos ejemplos de profecía y profetas. Uno de los primeros casos se encuentra en 1 Samuel 10, cuando Saúl es ungido como rey y recibe un mensaje de Samuel, que le anuncia que será el gobernante del pueblo de Israel. En 1 Reyes 22, se describe la historia del rey Acab, que consulta a los profetas antes de ir a la guerra. Uno de los profetas, llamado Micaías, predice la derrota de Acab, pero es desacreditado y encarcelado por los otros profetas.
Otro ejemplo relevante se encuentra en Jeremías 28, donde un falso profeta llamado Hananías le dice al pueblo de Judá que el yugo que Babilonia ha puesto sobre ellos será quebrado en dos años. Jeremías, en cambio, dice que la cautividad durará 70 años. Al final, la predicción de Jeremías se cumple.
En el Nuevo Testamento, se menciona a dos profetas que servían en la iglesia de Antioquía: Bernabé y Simeón (Hechos 13:1). También se habla de Ágabo, que predijo una gran hambruna y una prisión para Pablo (Hechos 11:28-30 y 21:10-11).
¿Cómo operaba el don de profecía en la Biblia?
A lo largo de la Biblia, se describe cómo el don de profecía operaba en la vida de los profetas. En algunos casos, el profeta recibía una visión o una palabra directamente de Dios. En otros casos, el mensaje podía ser comunicado a través de sueños o visiones (como en Génesis 37:5-10). En otros casos, el Espíritu Santo otorgaba al profeta el don de palabra o la habilidad de cantar (como en 1 Samuel 10:5-6 y 2 Crónicas 20:14-19).
Es importante destacar que el don de profecía no era sólo para los hombres. Joel 2:28-29 dice: “Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días”.
¿Qué significa para nosotros profetizar hoy en día?
En la actualidad, muchos cristianos afirman tener el don de profecía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la profecía no debe ser tomada a la ligera y debe ser juzgada con cuidado. En 1 Tesalonicenses 5:19-21, Pablo escribe: “No apaguéis el Espíritu. No menospreciéis las profecías, sino examinadlo todo; retened lo bueno”.
Aquellos que sienten que tienen un llamado de profeta deben estar siempre bajo autoridad y rendir cuentas a alguien de mayor madurez espiritual. También es importante tener una base sólida en la Palabra de Dios y buscar siempre la dirección del Espíritu Santo. El don de profecía sigue siendo una herramienta valiosa para edificar, exhortar y consolar a la iglesia de hoy.
¿Por qué existe la profecía en la Biblia?
La profecía tiene varias funciones en la Biblia. En primer lugar, sirve como una advertencia divina de cosas que están por venir. En segundo lugar, puede ser una herramienta para dirigir a la gente hacia la verdad y la justicia. En tercer lugar, puede ser una forma para que Dios consuele y anime a su pueblo en tiempos de dificultad. En cuarto lugar, puede ser una forma de confirmar la identidad de los profetas verdaderos y señalar a los falsos. Y en quinto lugar, puede ser una forma para que Dios se revele a sí mismo y a su voluntad a través de sus siervos y siervas.
¿Qué diferencia hay entre profetizar y adivinar según la Biblia?
Es importante distinguir entre la profecía y la adivinación en la Biblia. La adivinación se refiere a la práctica de intentar predecir el futuro a través de medios que no son divinos, como el uso de la astrología o la lectura de las líneas de la mano. La adivinación era una práctica común en el mundo antiguo, pero Dios la condena enérgicamente. Por ejemplo, en Deuteronomio 18:10-12, dice: “No se halle en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas”.
Por el contrario, la profecía es una forma en que Dios se comunica directamente con su pueblo. Los profetas verdaderos comuniquen un mensaje que siempre está en consonancia con su Palabra de parte de Dios. La Profecía no debe ser confundida con adivinación, porque la adivinación consiste en predecir el futuro por medio de las estrellas, horóscopos, o otros medios, mientras que la profecía en la Biblia es el don sobrenatural de Dios para revelar la voluntad y el mensaje de Dios en tiempos específicos.
Consejos finales
En resumen, la profecía es una herramienta importante en la Biblia y en la iglesia de hoy. Los que poseen el don de profecía deben usarlo con cuidado y bajo la autoridad de líderes espirituales sabios. Los mensajes proféticos deben ser juzgados cuidadosamente y deben estar en línea con la Palabra de Dios.
En última instancia, la profecía debe utilizarse para edificar, exhortar y consolar a la iglesia. Y si bien es importante estudiar la profecía en la Biblia, siempre debemos recordar que la verdadera sabiduría viene de Dios y Él es el que