¿Qué Significa Lisonjas Según la Biblia?

La lisonja, o la aprobación insincera y excesiva con una intención oculta, es un tema que surge repetidamente en las Escrituras. En la Biblia, Dios reprende la lisonja y la considera como un comportamiento perjudicial. Por lo tanto, es importante comprender completamente qué significa lisonjas según la Biblia.

A lo largo de la historia, la lisonja ha sido utilizada por líderes corruptos para explotar a las personas o para seducirlas. En la Biblia, la lisonja se describe como conducta engañosa y sin sentido; alabanza exagerada e interesada para ganarse la voluntad del otro. Los malvados la utilizan para obtener ventaja sobre otra persona, lo cual es lo opuesto a manifestar amor.

El Significado Bíblico de la Lisonja

El significado bíblico de la lisonja es una adulación con fines egoístas y mentirosa. En la Biblia, hay varios versículos que contrastan el comportamiento cristiano con la actitud aduladora. En 1 Tesalonicenses 2: 3-6, el apóstol Pablo contrasta el comportamiento cristiano con la actitud aduladora y menciona la importancia de no hablar con lisonja (como ustedes lo saben) ni con una apariencia fingida para la codicia. Los cristianos deben evitar la lisonja y seguir el ejemplo de Jesús, quien hablaba con amor y verdad.

En los versículos bíblicos, se hace referencia a la falta de sinceridad, la mentira y la adulación. En la Biblia, se aclara que los falsos maestros usan la lisonja para sus fines ególatras y avaros. En 1 Tesalonicenses 2:5 se aclara que ninguno de los verdaderos seguidores de Cristo usaron lisonjas ni encubrieron a nadie en sus fines avaros.

¿Qué es Ser una Persona Lisonjera?

La lisonja se convierte en un problema cuando se utiliza para ganar el favor o los beneficios materiales de otra persona, o cuando se crea en ella un sentimiento de obligación para con el adulador. La persona que lisonjea emplea palabras melosas para seducir a su víctima. En todos los casos bíblicos citados, el motivo del que emplea habla melosa es malo.

La palabra lisonja viene del occitano o provenzal “lauzenja” y del latín “laus, laudis” que significa alabanza. Ser una persona lisonjera significa que se usa la lisonja como una herramienta para ganar la voluntad de la otra persona, incluso si no se es sincero. La lisonja busca satisfacer el amor propio o la vanidad de la persona lisonjeada.

En la Biblia se señala que “el que censura a un hombre hallará después más favor que aquel que lisonjea con la lengua”. La alabanza afectada o adulación se utiliza para ganar la voluntad de una persona. Sin embargo, la lisonja es perjudicial ya que pretende ganar el favor o beneficios materiales de otra persona. En la Biblia se considera que la lisonja es perjudicial, ya que su intención es poner una trampa a quien es objeto de ella.

La Lisonja y la Adulación en la Historia

A lo largo de la historia, los líderes políticos, militares y religiosos han utilizado la lisonja y la adulación para ganar el poder y la lealtad de las personas. En la antigua Roma, los emperadores a menudo nombraban a personas de confianza como cónsules y senadores en recompensa por su adulación.

En la Edad Media, los reyes y nobles llevaban consigo un “bufón” en la corte, que a menudo se dedicaba a hacer cumplidos exagerados para satisfacer su ego. En la Europa del siglo XVII, la adulación era común en las cortes reales y entre los aristócratas.

En América Latina, la lisonja y la adulación son una parte común de la cultura política. Muchos líderes utilizan la lisonja para ganar el apoyo de las personas y para avanzar en sus agendas. Sin embargo, la lisonja no es una característica de la sabiduría de arriba, sino de la de este mundo, puesto que su raíz es el egoísmo y la hipocresía.

La Lisonja y su Efecto en la Persona Lisonjeada

La lisonja busca satisfacer el amor propio o la vanidad de la persona lisonjeada. Sin embargo, según la Biblia, la lisonja no es una forma efectiva de ganar la simpatía de alguien. En Proverbios 29: 5 se afirma que “el que lisonjea a su amigo, le pone una red a los pies”. Es decir, el adulador intenta engañar a su amigo para obtener algún beneficio, pero en realidad está preparando una trampa para él y para sí mismo.

Cuando se recibe lisonja, se produce una sensación temporal de complacencia y felicidad; sin embargo, esto no dura mucho tiempo. Una vez que la persona descubre que ha sido engañada, el sentimiento temporal de felicidad se desvanece y la persona se siente defraudada y cansada.

Herodes Agripa: Un Ejemplo del Peligro de la Lisonja

Un ejemplo bíblico del peligro de la lisonja es el rey Herodes Agripa, quien fue el nieto del rey Herodes el Grande y el último miembro de la dinastía herodiana en gobernar Judea. En el libro de los Hechos, se narra que Herodes celebró una gran fiesta en su palacio en Cesarea y en la que hizo un discurso. El público lo aclamó, gritando: “¡Es una voz de un dios, y no de un hombre!”

En lugar de detener la adulación, Herodes se complació en ella y fue consumido por ella. Como resultado, Dios lo castigó y lo mató instantáneamente. Este ejemplo de la lisonja en la Biblia deja claro que escuchar con agrado la adulación solo conduce a un resultado desastroso.

La Lisonja y la Sabiduría Verdadera

La lisonja no es una característica de la sabiduría verdadera. La sabiduría verdadera se basa en la humildad, la verdad y el amor, no en la alabanza excesiva y engañosa. En Proverbios 27: 5-6 se dice: “Mejor es la reprensión franca que el amor oculto. Fieles son las heridas del que ama”. Es decir, es mejor recibir una crítica verdadera que una adulación falsa.

Seguir el ejemplo de Jesús implica hablar con amor y verdad. En la Biblia, Jesús nunca buscó la lisonja ni la adulación para obtener algo. Por el contrario, habló con la verdad y se centró en hacer la voluntad de su Padre Celestial.

La Lisonja y el Comportamiento Cristiano

El comportamiento cristiano debe ser marcado por la sinceridad y la verdad, no por la lisonja. En Filipenses 2:3-4, se dice: “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, humildemente consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe preocuparse no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás”.

El objetivo del comportamiento cristiano es amar y servir a los demás, no adulárselos para obtener algún beneficio propio. En la lisonja, la persona lisonjera busca una ganancia propia, mientras que en el comportamiento verdaderamente cristiano, se busca el bienestar del prójimo.

La Lisonja y la Palabra de Dios

En la Biblia, se encuentra una advertencia clara contra la lisonja. En el Salmo 12:2-3 se dice: “Habla mentira cada uno con su prójimo; hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón. Dios destruirá todos los labios lisonjeros”.

La lisonja es una forma de engañar a alguien. En lugar de ser sinceros, las personas que utilizan la lisonja para obtener algo son deshonestas y engañosas. La falta de sinceridad, la mentira, la adulación y la glorificación de hombres con el fin de sacar partido de su vanidad son cosas que desagradan a Dios.

Un Ejemplo de Sinceridad en la Biblia

En 2 Corintios 8: 8, Pablo habla sobre su amor sincero hacia los corintios: “No digo esto como quien da órdenes, sino para poner a prueba, por medio de la sinceridad de su amor, también la autenticidad de su amor por nosotros”. Pablo dijo la verdad sobre su amor por los corintios y no utilizó la lisonja para obtener su apoyo.

Pablo instruyó a los cristianos a hablar con sinceridad y amor. En Efesios 4:15, se dice: “Más bien, sigamos hablando la verdad con amor, y así creceremos en todo sentido hacia Cristo”.

Conclusión

En resumen, la lisonja es una forma perjudicial de comportamiento que busca adular a otros con una intención oculta. Según la Biblia, la lisonja no es una forma efectiva de ganar la simpatía de alguien, y se considera una forma de engañar a alguien. Los líderes corruptos a menudo utilizan la lisonja y la adulación para explotar a las personas.

Por otro lado, el comportamiento cristiano debe ser marcado por la sinceridad, la verdad y el amor. Seguir el ejemplo de Jesús implica hablar con amor y verdad y centrarse en hacer la voluntad de Dios.

La Biblia hace una advertencia clara contra la lisonja, y se exhorta a los cristianos a hablar con sinceridad y amor. En lugar de utilizar la lisonja para obtener algo, se debe buscar el bienestar de los demás y poner su bienestar por encima del propio.

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