Los publicanos, como grupo social en la época romana, no eran muy queridos. Estos hombres se dedicaban a la recaudación de impuestos y eran considerados corruptos. La relación de los publicanos con Jesús fue motivo de polémica entre sus contemporáneos. Pero, ¿cuál es el significado de la palabra “publicano” según la Biblia? En este artículo, exploraremos el origen del término y lo que representa en la Biblia.
¿Qué significa la palabra “publicano”?
La palabra “publicano” proviene del latín “publicanus”, y se refiere a una persona que cobraba impuestos para los romanos en la Antigua Roma. No recibían un salario por su trabajo, sino que pagaban una cantidad establecida de su propio bolsillo para conseguir la posición y luego recaudaban los impuestos de su zona para obtener ganancias. Los impuestos cobrados eran considerados ofensivos por los ciudadanos, y cada publicano tenía la fuerza legal y física para realizar su trabajo.
Un trabajo sucio
Aunque los publicanos eran los encargados de recaudar los impuestos, no eran ellos quienes realizaban el trabajo sucio. Encargaban esta tarea a otros contratistas, quienes cobraban más de lo debido y extorsionaban a la población. Eran considerados funcionarios corruptos.
Los publicanos y los judíos
No todos los publicanos eran judíos, pero en la provincia de Judea, donde se desarrolla gran parte del Nuevo Testamento, la mayoría lo eran. La recaudación de impuestos para Roma era considerada un insulto por los judíos, ya que era un reconocimiento de su sumisión a Roma. Por esta razón los publicanos eran rechazados por la sociedad judía.
Prejuicios sociales
En general, se tenía muy mala opinión de los publicanos. Eran considerados funcionarios corruptos y, de alguna manera, traidores a su propio pueblo por trabajar para el enemigo romano. Además, el hecho de que fueran adinerados les separaba aún más del pueblo común.
Los publicanos en la Biblia
En el Nuevo Testamento los publicanos son mencionados en varias ocasiones. La figura de Jesús, quien solía relacionarse con ellos, provocaba la ira de los fariseos, quienes consideraban que los publicanos eran personas indignas y, por tanto, no debían ser tratados con normalidad.
Leví Mateo
El nombre específico de un publicano mencionado en la Biblia es Leví Mateo. Él es mencionado en el evangelio de Marcos y en el de Lucas. Según los relatos evangélicos, Jesús llamó a Leví Mateo a su lado y le dijo: “Sígueme”. Mateo abandonó sus quehaceres y siguió a Jesús.
Zaqueo
Otro publicano mencionado es Zaqueo, quien llegó a ser uno de los seguidores de Jesús. Como recaudador de impuestos, Zaqueo era incluso más odiado que Leví Mateo, ya que era considerado como un extorsionador. Pero a pesar de su reputación, Jesús tendió la mano y no lo juzgó por su trabajo, sino como ser humano.
La parábola del fariseo y el publicano
En la parábola del fariseo y el publicano (Lucas 18:9-14), Jesús narra la historia de dos hombres que suben al templo para orar. Uno de ellos, el fariseo, se enorgullece de su buena condición y pide favores para sí mismo, mientras que el publicano reconoce su debilidad ante Dios y pide misericordia. Al final Jesús dice: “Os digo que este hombre [el publicano] descendió a su casa justificado antes que el otro (el fariseo)”. Es decir, Jesús favorece al publicano en esta parábola.
Jesús y los publicanos
Jesús se asociaba con los publicanos y era criticado por los fariseos por ello. Jesús hacía a un lado los escrúpulos judíos en relación a los publicanos y trataba con ellos normalmente. Él justificaba su comportamiento diciendo que venía a llamar a los pecadores al arrepentimiento.
Los publicanos en las bienaventuranzas
En las bienaventuranzas, Jesús nos muestra cómo tratar a nuestros enemigos. No hay mérito en amar a quienes nos aman, sino en amar a nuestros enemigos, orar por ellos y enviarles bendiciones. Jesús pone de ejemplo a los publicanos.
Los publicanos en el libro de San Mateo
San Mateo, quien antes de ser discípulo de Jesús fue publicano, escribe sobre los publicanos en su evangelio. Él dice: “Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracias tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?” (Mateo 5:46). Con esto, Jesús estaba diciendo que no era lo mismo amar a alguien que nos ama que hacerlo con alguien que no lo hace.
Amor hacia los enemigos
En la época de Jesús, los publicanos eran considerados enemigos por la sociedad judía. Sin embargo, Jesús les tendió la mano y los aceptó tal como eran. Él les enseñó que debían amar a sus enemigos como a ellos mismos. Si Jesús hubiera compartido la opinión popular sobre los publicanos, habría evitado relacionarse con ellos. Sin embargo, lo hizo precisamente para romper con esos prejuicios.
La enseñanza de Jesús
Jesús ha sido una de las figuras más importantes de la historia, por su enseñanza ética y espiritual. Él nos dejó un legado valioso que trasciende las barreras del tiempo y el espacio. Su mensaje de amor y misericordia ha sido escuchado y seguido por millones de personas a lo largo de la historia.
La relación de Jesús con los publicanos
La relación de Jesús con los publicanos es un ejemplo de cómo debemos tratar a aquellos que son diferentes a nosotros. Él aceptó y amó a los publicanos, a pesar de ser rechazados por la sociedad. A través de sus enseñanzas, Jesús nos muestra que no debemos juzgar a los demás por su trabajo, por su origen social, o por cualquier otra razón.
Las enseñanzas de Jesús para el mundo actual
Las enseñanzas de Jesús son valiosas para el mundo actual. En una época en la que prevalecen la violencia, el odio, la discriminación y la intolerancia, necesitamos recordar su lección sobre el amor hacia nuestros enemigos. Necesitamos aprender a ver más allá de las diferencias y a aceptar a los demás, sin importar su origen, su género, su orientación sexual, o cualquier otra cosa que pueda distinguirlos de nosotros.
Conclusiones
En conclusión, la palabra “publicano” tiene su origen en la Antigua Roma y se refiere a los funcionarios encargados de la recaudación de impuestos. Aunque su trabajo no era bien visto por la sociedad, Jesús los trató con amor y misericordia, demostrando que debemos amar a nuestros enemigos y aceptar a los demás tal como son. La enseñanza de Jesús es especialmente importante en la actualidad, en donde la violencia, la discriminación y el odio parecen estar en aumento. Debemos recordar sus palabras y aplicarlas a nuestras vidas.
¿Cómo podemos aplicar las enseñanzas de Jesús a nuestra vida diaria?
¿Cómo podemos aplicar las enseñanzas de Jesús en nuestro día a día? ¿Podemos aprender a amar a nuestros enemigos? ¿Podemos aceptar a aquellos que son diferentes a nosotros? Estas son preguntas que debemos hacernos y reflexionar. Si queremos un mundo mejor, necesitamos seguir las enseñanzas de Jesús y aplicar sus lecciones en nuestra vida cotidiana.