Lujuria, una palabra con muchos significados y connotaciones, especialmente en términos de religión. En la Biblia, se le da un enfoque pecaminoso y se relaciona con fuertes inclinaciones sexuales. ¿Pero qué dice realmente la Biblia sobre la lujuria? En este artículo, profundizaremos sobre los significados y las ramificaciones de la lujuria en la visión bíblica.
El significado de la lujuria en la Biblia
La lujuria se define, según el diccionario bíblico, como “un intenso o incontrolable deseo sexual” o “un deseo o apetito irresistible”. La lujuria se enfoca en el propio placer y puede llevar a acciones dañinas y egoístas sin considerar las consecuencias. Se enfoca en las necesidades de una persona y no en las necesidades de los demás.
La lujuria se relaciona con actos pecaminosos relacionados con el contenido sexual, aunque no siempre se limita a eso. En la Biblia se hace mucha mención a la lujuria como una clara inclinación o deseo sexual relacionado con el pecado. Se considera un alto pecado y no es el camino de un buen cristiano.
La condena bíblica de la lujuria
La lujuria es vista como una falta de santidad y opuesta al ideal cristiano. Se exhorta a aquellos que luchan con la lujuria a confesar su pecado y pedir la intervención de Dios para que la santidad pueda ser una marca de su vida. El apóstol Pablo dice en Romanos 6:12: “No permitan que el pecado controle el camino de su vida terrenal”.
Además, la lujuria es uno de los siete pecados mortales en la religión cristiana. Se enfatiza que nadie es perfecto y que la santidad es un objetivo al que se debe aspirar a pesar de las dificultades.
Pasajes bíblicos que condenan la lujuria
La Biblia condena la lujuria en varias partes. Algunos de los versículos más conocidos son:
- Exodo 20:14, 17 – “No cometerás adulterio. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni su esposa, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca”.
- Mateo 5:28 – “Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer con deseo sexual ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”.
- Job 31:11-12 – “Porque es un pecado, un crimen que merece castigo. Es un fuego que devora hasta el abismo, destruye toda la cosecha”.
Estos pasajes y muchos otros más sugieren que la lujuria es un pecado y que va en contra de los planes divinos y la moralidad de la fe cristiana.
La lujuria en el contexto cultural
Es importante entender que la palabra lujuria se asocia con la palabra lascivia que se refiere al “deseo sexual incontrolable”. En el contexto cultural, los comportamientos lujuriosos se caracterizan por el descontrol sexual que se manifiesta en el comportamiento de los individuos.
En la psicología, la lujuria está relacionada con los pensamientos posesivos hacia otra persona, lo cual puede generar comportamientos complejos y graves como abusos sexuales, violaciones, adulterio, prostitución, entre otros.
La lujuria puede ser usada como sinónimo de lascivia, excitación, sensualidad, voluptuosidad y concupiscencia, entre otros. Los actos de lujuria pueden contraer o contagiar a los demás con diversas enfermedades de transmisión sexual.
La lujuria en distintas religiones
En diferentes religiones, la lujuria se aborda de manera distinta y tiene diferentes implicaciones. Por ejemplo, en el Islam, la lujuria es toda relación sexual fuera del matrimonio. En el Budismo y Hinduismo, la lujuria forma parte de las angustias o males causantes del dolor.
La lujuria en la religión católica
En la religión católica, se sostiene que el deseo sexual no es malo en sí mismo, sino que se refiere al mal uso del sexo como la lujuria. La lujuria supone un desorden moral en cuanto rompe la virtud natural de la castidad y de la continencia, y en cuanto se opone a lo que Dios ha comunicado y está en la Escritura y la Iglesia enseña según esa Palabra divina.
Superando la lujuria
No existe una única forma para atenuar la lujuria, pero la gracia de Dios permite calmarla y renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos para una vida sobria, justa y piadosa. Es fundamental para cualquier creyente abrazar las enseñanzas bíblicas y seguir los caminos de Dios.
El proceso de superar la lujuria puede ser difícil y llevar mucho tiempo, pero si se trabaja de manera constante para crecer en santidad, se puede lograr. Se necesita una renuncia constante a la tentación y un esfuerzo consciente para alejarse de los hábitos y pensamientos que alimentan la lujuria.
Conclusión
En conclusión, la lujuria es un comportamiento pecaminoso o inmoral según la Biblia, y se considera como una anomalía del apetito sexual humano. La Biblia condena firmemente la lujuria y la considera como un pecado mortal que puede llevar al daño propio y a los demás.
Resulta complejo superar cualquier adicción, en especial la adictiva lujuria, pero vale la pena emprender ese difícil camino. Al final, la santidad es un ideal que puede parecer inalcanzable, pero con la ayuda de Dios, todo es posible.
En cualquier caso, es importante recordar que todos somos humanos y podemos sentir estas fuertes inclinaciones en cualquier momento, pero siempre debemos esforzarnos por ser mejores y más piadosos. El camino de la santidad no es fácil, pero es un camino que todos los cristianos deben recorrer.
Entonces, queda la pregunta: ¿Estás dispuesto a recorrer el camino de la santidad y dejar de lado la lujuria y otros pecados mortales? ¡La elección siempre será tuya!