La danza de Flor de Piña es una de las más famosas de Oaxaca y es originaria de San Juan Bautista Tuxtepec, en la región del Papaloapan. Esta danza fue creada en 1958 por la maestra Paulina Solís Ocampo por encargo del entonces gobernador de Oaxaca, Alfonso Pérez Gasga. Desde entonces, se ha convertido en un símbolo de la riqueza cultural y folclórica de la región.
El origen de la danza
La danza de Flor de Piña fue creada en mayo de 1958 para representar a la región del Papaloapan en la Guelaguetza de los Lunes del Cerro. Paulina Solís diseñó la coreografía inspirándose en los movimientos y modos naturales de la mujer chinanteca, pero dándoles una pequeña estilización para rescatar la belleza y elegancia de la danza. Se buscaba recuperar las raíces indígenas de la Cuenca, lo que se consiguió con creces, ya que esta danza es hoy una de las más conocidas de la región.
Además, el compositor Samuel Mondragón se encargó de la música del baile y buscó un ritmo que no tuviera similitud con el son jarocho, de mucha influencia en Oaxaca por su cercanía con Veracruz. La melodía tiene una cadencia alegre y enérgica, lo que la convierte en una pieza sumamente contagiosa e ideal para expresar la alegría y la vitalidad de los bailarines.
La representación de la región
La danza de Flor de Piña representa a los siete municipios de la región de Papaloapan. Cada uno de ellos se encuentra representado por un grupo de bailarinas que portan un huipil oaxaqueño que identifica a la localidad. El huipil es una pieza clave en el baile, ya que es parte fundamental de la vestimenta de las bailarinas y busca rescatar los vestidos típicos de las comunidades de la Cuenca: San Miguel Soyaltepec, San Juan Bautista Tuxtepec, San Felipe Usila, Valle Nacional, San Felipe Jalapa de Díaz, San Lucas Ojitlán y San Pedro Ixcatlán. El diseño y confección de estos huipiles ha sido cuidadosamente elaborado para rescatar la herencia textil de la región.
Asimismo, la danza incorpora una piña como elemento decorativo en el vestuario de las bailarinas. Cada una de ellas lleva una piña al hombro que se convierte en un elemento simbólico de la danza. Se trata de una fruta que abunda en la región y que ha sido convertida en un adorno que las bailarinas llevan con orgullo. Es interesante observar que el nombre Flor de Piña se refiere a una guirnalda hecha de flores de izote, simbolizando un homenaje al trabajo de las mujeres de la región que elaboran esas guirnaldas para el comercio.
La coreografía de Flor de Piña
El baile de Flor de Piña se distingue por sus movimientos elegantes y armoniosos, que representan la fortaleza y el carácter de las mujeres de la región del Papaloapan. Además, la ejecución musical y la coreografía han sido creadas para rescatar algunos de los modos y movimientos naturales de la mujer chinanteca, pero de una manera estilizada para representar la belleza y la gracia de la danza.
La coreografía fue añadida por la catedrática de danza y piano de la Escuela de Bellas Artes Socorro Rangel y del Castillo. Se le realizaron algunas adecuaciones coreográficas para hacerlo más cadencioso y de duración apropiada para los espectáculos. También se busca que la entrada sea cadenciosa y tenga un ritmo marcado que anime al público. El primer baile de la flor de piña se presentó el 21 de julio de 1958 en la Guelaguetza y desde entonces, se ha presentado en varios países del mundo, llevando la alegría y el colorido de Oaxaca a distintas partes del mundo.
El vestuario de la danza
El vestuario es una parte fundamental de la danza de Flor de Piña. Como se mencionó anteriormente, se utilizan huipiles como pieza principal del atuendo, pero también se complementa con accesorios como faldas, enaguas y zapatos. Los huipiles se confeccionan con tres lienzos unidos por una cinta llamada “randa”. Los huipiles de los mazatecos y chinantecos, etnias de la región, son herencia textil utilizada en el baile.
Los huipiles están hechos en telar de cintura con algodón y tienen un diseño distintivo que representa a cada uno de los municipios que conforman la región de Papaloapan. Las flores, los hilos coloridos y las formas que aparecen en la prenda tienen un simbolismo especial que representa alguna parte específica del municipio. Esto hace que cada huipil tenga un significado suficientemente claro que atraiga la atención de la gente, además de otorgarle un elemento diferenciador al vestuario de las bailarinas.
Es importante resaltar que, aunque la danza de Flor de Piña cuenta con un vestuario muy llamativo, las bailarinas no utilizan calzado, pero las mujeres de la región si portan huaraches de cuero para complementar la vestimenta y proteger los pies de los arduos trabajos de las labores diarias.
El poema “Flor de Piña”
La danza de Flor de Piña cuenta con un añadido poético que la enriquece aún más. Antes de iniciar el baile, las bailarinas recitan un poema para enaltecer el espíritu de la danza y hacer que el espectador se adentre en la raíz de la tradición. El poema se llama “Flor de Piña” y fue escrito por el poeta tuxtepecano Felipe Matías Velasco. El poema es una manera de que cada espectador pueda apreciar la danza de Flor de Piña y conocer más de cerca la cultura y las tradiciones de la región.
La Guelaguetza y Flor de Piña
La Guelaguetza es la fiesta más importante de Oaxaca. Es el escenario en el que se comparte la cultura, música, folclor y gastronomía de la región, y en la que se celebra la convivencia entre los diferentes grupos étnicos de Oaxaca. Es una fiesta que se lleva a cabo desde 1932 y se ha convertido en una de las celebraciones más importantes del país.
En la Guelaguetza, la danza de Flor de Piña se presenta en su máximo esplendor, con una explosión de coloridos trajes, piñas decorativas y un ritmo que invita a bailar. Se presentan distintas representaciones del baile en todo el mundo, por lo que es fácilmente identificable por todo aquel que disfrute de la danza y la cultura. La danza nos lleva a un viaje a las tradiciones y la riqueza cultural de Oaxaca.
En resumen: ¿qué significa la danza de Flor de Piña?
La danza de Flor de Piña representa una de las riquezas culturales y folclóricas de la región del Papaloapan, en Oaxaca. Es una danza que ha sido creada para rescatar las raíces indígenas de la Cuenca, a través de música, vestuario y coreografía. Se trata de un espectáculo que conjuga fuerza, gracia y elegancia, y que tiene como finalidad otorgar al espectador una mirada hacia las tradiciones y la riqueza cultural de la región. Flor de Piña nos lleva a través de un viaje mágico por la música, el vestuario y la tradición de Oaxaca, y es una de las danzas más conocidas y apreciadas en todos los rincones del mundo.