La escritura ha sido un aspecto fundamental de la humanidad desde tiempos remotos, guardando en sus letras y simbologías, la historia, la cultura y las enseñanzas de un pueblo. Desde los escribas del antiguo Egipto hasta las estilizadas caligrafías que hoy en día pueden encontrarse en las grandes bibliotecas, el oficio de escriba ha sido importante y variado a través del tiempo.
Pero, ¿qué significa exactamente escriba según la Biblia? Encontramos en la Santa Escritura la figura del escriba, un personaje que cumplía un papel crucial en la sociedad de la época, no solo como un escribano de documentos, sino también como un estudioso y custodio de la Ley.
La importancia de los escribas en el Antiguo Testamento
En la antigüedad, el saber leer y escribir era un gran privilegio, y los escribas eran personas especializadas en trabajos relacionados con la escritura de documentos.
Los escribas no solo eran empleados como funcionarios especiales para registrar las crónicas y redactar cartas y comunicaciones de personajes importantes, sino que también eran responsables de preparar diferentes tipos de documentos. En Egipto, por ejemplo, los escribas eran personalidades de alto rango, y los reyes de Judá e Israel tenían sus propios escribas.
El oficio de escriba se heredaba de padre a hijo, y luego del exilio y tras cesar los profetas, surgieron personas que se dedicaban al estudio de la Torá, haciéndose expertos en ella, a los que se les llamaba doctores de la ley.
Los escribas en la época de Jesús
En la época de Jesús, los doctores de la ley eran una especie de casta ilustrada y se les consideraba la autoridad central de la federación de sinagogas. Los escribas eran clasificados entre los principales sacerdotes y los ancianos, y podían ser fariseos o saduceos. Se dice que lo que enseñan los escribas ha de ser observado, pero no deben imitarse sus obras.
En las escrituras del Nuevo Testamento, los escribas aparecen a veces como villanos que intentan probar a Jesús, mientras que otros querían seguir sus enseñanzas. Además de estudiar y registrar las escrituras, algunos escribas también las copiaban y explicaban.
La hipocresía y el legalismo de algunos escribas
Algunos escribas añadieron cosas humanas a las palabras de Dios y valoraron más las tradiciones que la ley, cayendo en la hipocresía. En el Nuevo Testamento, los escribas a veces aparecen como villanos, pero algunos eran dignos de admiración y al menos uno quiso seguir a Jesús.
En las escrituras, se menciona la importancia de buscar el beneficio común y la bendición de Cristo, en vez de solo aplicar normas externas y aparentar un cambio sin haberlo experimentado realmente. Los escribas eran vistos como paladines de la obediencia a la Ley y de la integridad de la cultura hebrea, elaborando el culto de la sinagoga y algunos sirviendo en el sanedrín.
El legado de los escribas
El término “escriba” originalmente significaba una persona encargada de llevar registros escritos. Durante el cautiverio, los escribas adquirieron mayor importancia en la religión de Israel debido a la imposibilidad de acudir al templo destruido, por lo que se dedicaron a estudiar y difundir los textos sagrados.
Los escribas recopilaron, copiaron y aseguraron la pureza de los textos sagrados que a la larga formaron el Antiguo Testamento. La figura preponderante de la nueva época después del cautiverio era el escriba Esdras.
El choque entre los escribas y los sacerdotes
Los escribas formaron una clase aparte y chocaron con los sacerdotes durante la época de los Macabeos debido a la colaboración de estos últimos con las presiones helenizantes del exterior.
Los escribas a veces cayeron en un legalismo extremo al intentar hacer la Ley claramente aplicable a problemas cotidianos, coincidiendo en esta tendencia con los fariseos.
Los doctores e intérpretes de la ley
En las escrituras del Nuevo Testamento, los escribas son clasificados entre los principales sacerdotes y los ancianos, y se dice de ellos que se sientan en la cátedra de Moisés y que lo que enseñan ha de ser observado, aunque no deben imitarse sus obras.
En la época del Nuevo Testamento, los escribas no constituían una secta separada y podían ser fariseos o saduceos. Los hebreos tenían unos doctores e intérpretes de la ley llamados scribas.
Los scribas de la Antigüedad
Los scribas del antiguo Egipto eran responsables de inscribir, clasificar, contabilizar y copiar documentos, utilizando varios tipos de escritura, como la hierática o demótica, que permitía escribir rápidamente, con la ayuda de un cálamo sobre papiros u ostracas.
Desde Esdras, un scriba era aquel que tenía conocimientos de la Torá y también era llamado doctor de la ley o maestro. El poder del Señor estaba con él para sanar.
El título honorífico del escriba
El título honorífico de un escriba era rabino, y después de que en Israel cesaron los profetas, los sabios se ocuparon de la interpretación de la Sagrada Escritura. Los escribas se elevaron pronto a la categoría de conductores del pueblo y fueron reconocidos como tales.
Los escribas y su legado en la cultura hebrea
Los escribas a veces cayeron en el legalismo extremo al intentar hacer la Ley claramente aplicable a problemas cotidianos, coincidiendo en esta tendencia con los fariseos.
Los escribas fueron importantes para que el pueblo pudiera estudiar las leyes y antiguos relatos sin acudir a un templo durante el cautiverio de Israel. Sin embargo, algunos escribas discutían temas triviales como si era legal comer un huevo de gallina que pusiera un sábado.
La mayoría de los escribas pertenecían al partido de los fariseos, pero también había escribas honorables. En las escrituras del Nuevo Testamento, algunos escribas querían seguir a Jesús, y se habla de la hipocresía de algunos escribas que buscaban agradar al hombre en lugar de a Dios.
Los escribas y la pureza de los textos sagrados
Los escribas tuvieron un papel fundamental en el desarrollo y la preservación de los textos sagrados. Recopilaron, copiaron y aseguraron la pureza de los textos sagrados que a la larga formaron el Antiguo Testamento.
La figura preponderante de la nueva época después del cautiverio era el escriba Esdras, y los escribas formaron una clase aparte y chocaron con los sacerdotes durante la época de los Macabeos debido a la colaboración de estos últimos con las presiones helenizantes del exterior.
La interpretación de la ley y cultura hebrea
Los escribas a veces cayeron en el legalismo extremo al intentar hacer la Ley claramente aplicable a problemas cotidianos, coincidiendo en esta tendencia con los fariseos. Los escribas fueron reconocidos como conductores del pueblo y paladines de la obediencia a la Ley y de la integridad de la cultura hebrea, elaborando el culto de la sinagoga y algunos sirviendo en el sanedrín.
La figura del escritor en la Biblia
La Biblia, como libro sagrado, contiene una gran cantidad de información acerca de la figura del escriba en la religión hebrea y en la época de Jesús. Se menciona su importancia como estudioso y custodio de la Ley judía, y se habla de su responsabilidad en la transmisión de la cultura y la tradición hebrea.
La figura del escriba en la Biblia es compleja y variada, desde los escribas del antiguo Egipto hasta los doctores de la ley durante el tiempo de Jesús.
Conclusiones
En definitiva, la figura del escriba según la Biblia encierra una gran riqueza histórica y cultural, desde los primeros escribas del antiguo Egipto hasta los doctores de la ley de la época de Jesús.
Aunque algunos escribas cayeron en la hipocresía y el legalismo, su papel como estudiosos y custodios de la ley y la tradición hebrea fue crucial para el desarrollo y la preservación de los textos sagrados.
Algunas preguntas quedan en el aire, ¿a qué se debe la mención de los escribas como villanos en algunas partes de la Biblia?, ¿por qué algunos escribas añadieron cosas humanas a las palabras de Dios? Es importante seguir examinando la figura del escriba en la Biblia para seguir descubriendo y comprendiendo las complejidades de la cultura y la religión hebrea.
