¿Qué significa cuando una persona habla de sí misma en tercera persona?

Los seres humanos somos seres complejos, llenos de pensamientos, emociones y reflexiones. A menudo, las personas buscan maneras de regulan esas emociones y pensamientos para controlar nuestra conducta. Un método que ha estado ganando cada vez más popularidad es hablar de uno mismo en tercera persona. En este artículo, exploraremos el significado de hablar de uno mismo en tercera persona y cómo puede ayudar a regular nuestras emociones y pensamientos.

Un poco de historia

La idea de hablar de uno mismo en tercera persona no es nada nueva. De hecho, podemos encontrar ejemplos en la literatura desde hace siglos. Uno de los más famosos es el rey israelita Salomón, conocido por su sabiduría. Muchos viajaban desde lugares remotos para pedirle consejo. El rey Salomón es conocido por haber resuelto un problema sobre la maternidad de un bebé de forma inteligente y creativa.

Curiosamente, aunque el rey Salomón era excepcionalmente sabio para ayudar a los demás, no podía hacer uso de su sabiduría para sí mismo. Su vida fue un caos de malas decisiones y pasiones incontroladas. Este fenómeno se conoce como la paradoja de Salomón.

¿Qué significa hablar de uno mismo en tercera persona?

Hablar de uno mismo en tercera persona significa referirnos a nosotros mismos usando pronombres o nombres propios en lugar de palabras como “yo”. En lugar de decir “yo estoy nervioso”, diríamos “él/ella está nervioso/a”.

Este tipo de lenguaje se ha utilizado en el pasado para referirse a otros y puede parecer extraño al principio hablar de uno mismo en tercera persona. Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad Estatal de Michigan y la Universidad de Michigan publicado en ‘Scientific Reports’ revela que hablar consigo mismo en tercera persona puede ayudar a controlar mejor las emociones.

Cómo la auto charla en tercera persona puede ayudar a la regulación emocional y autocontrol

Cuando hablamos de nosotros mismos en tercera persona, podemos crear distancia psicológica de nuestras propias experiencias. Esto puede ser útil para regular las emociones y el comportamiento.

El discurso interior en tercera persona plantea cuestiones interesantes sobre la forma en la que el lenguaje afecta a las emociones y subraya la importancia de la distancia psicológica.

La introspección se puede volver en nuestra contra y convertirse en rumiación cuando ocurren cosas malas o surgen emociones negativas intensas. La rumiación implica pensar incesantemente en lo mismo o ahogarse en emociones negativas. La autocharla en tercera persona puede ayudar a establecer cierta distancia psicológica de las propias experiencias.

La regulación emocional es la serie de estrategias utilizadas por las personas para cambiar o alterar lo que sienten. La distancia psicológica es un constructo que existe desde hace mucho tiempo y existen muchas estrategias diferentes para crear esa distancia.

Estudio científico confirma el efecto positivo de hablar en tercera persona sobre las emociones

El último estudio de la Universidad de Michigan y del Bryn Mawr College confirma que usar palabras reservadas normalmente a los demás ayuda a lidiar con emociones negativas en situaciones intensas.

El estudio está integrado por dos experimentos realizados por separado por ambas universidades que reforzaron la conclusión principal. En uno de los experimentos, los participantes vieron imágenes neutrales e inquietantes y reaccionaron a las imágenes tanto en primera como en tercera persona, mientras que su actividad cerebral era monitorizada por un electroencefalógrafo.

Al reaccionar a las fotos perturbadoras, la actividad cerebral emocional de los participantes disminuyó cuando se referían a sí mismos en tercera persona. Los investigadores también midieron la actividad cerebral relacionada con el esfuerzo de los participantes y encontraron que el uso de la tercera persona no suponía más esfuerzo que hacerlo en primera persona.

En el otro experimento, los participantes reflexionaron sobre experiencias dolorosas de su pasado usando pensamientos en primera y tercera persona mientras su actividad cerebral se medía con resonancia magnética. Los participantes mostraron menos actividad en una región del cerebro que comúnmente está implicada en la reflexión sobre las experiencias emocionales dolorosas cuando se utiliza la autoexpresión en tercera persona, sugiriendo una mejor regulación emocional. La autoexpresión en tercera persona no requería más actividad cerebral relacionada con el esfuerzo que la primera persona.

La importancia de la distancia psicológica

La distancia psicológica es una técnica utilizada en psicoterapia y otros contextos para ayudar a las personas a cambiar su relación con el problema o la situación que les afecta. La distancia psicológica ayuda a las personas a ganar perspectiva, ver el problema desde una distancia emocional y, a menudo, ayuda a las personas a entender por qué una situación los afecta tanto.

Con eso en mente, hablar en tercera persona puede ayudar a crear esa distancia psicológica cuando sufrimos emociones desagradables o sentimos que nuestras emociones están fuera de control. Por ejemplo, en lugar de decir “Estoy enojado”, podemos decir “él/ella está enojado/a”. Este simple cambio puede ayudarnos a separarnos emocionalmente del problema y verlo como un observador externo.

¿Cómo comenzar a hablar de uno mismo en tercera persona?

Al principio, puede sentirse incómodo y forzado hablar de uno mismo en tercera persona. Sin embargo, como todo nuevo hábito, cuanto más lo practiques, más fácil se volverá.

Una buena idea es practicar con experiencias pasadas, hablando de ellas en tercera persona. También puedes practicar haciendo pequeñas correcciones a tu lenguaje diario. En lugar de decir “Tengo que hacer esto”, puedes decir “Él/Ella tiene que hacer esto”.

Usar el lenguaje en tercera persona no es una solución mágica para nuestros problemas emocionales, pero puede ser una herramienta útil para ayudarnos a regular nuestras emociones y pensamientos.

Conclusión

En resumen, hablar de uno mismo en tercera persona puede ayudarnos a regular nuestras emociones y pensamientos al crear distancia psicológica de nuestras propias experiencias.

Aunque al principio puede ser incómodo, como todo hábito, cuanto más lo practiques, más fácil se volverá. Además, un estudio reciente de la Universidad Estatal de Michigan y la Universidad de Michigan demuestra que usar palabras reservadas normalmente a los demás ayuda a lidiar con emociones negativas en situaciones intensas.

En general, hablar de uno mismo en tercera persona es una técnica simple pero eficaz de autocontrol emocional que puede ser útil para cualquier persona que busque una manera más efectiva de navegar situaciones emocionales difíciles.