La pastelería es un arte que requiere precisión en cada detalle, desde la selección de los ingredientes hasta la medición exacta de cada uno de ellos. De lo contrario, podríamos arruinar la receta y con ella, nuestras expectativas de un postre delicioso. Uno de los errores más comunes es agregar demasiado bicarbonato de sodio o polvo de hornear, lo que puede alterar el sabor y, en casos extremos, arruinar la textura del pastel.
Un error común en la pastelería
El bicarbonato de sodio y el polvo para hornear son dos ingredientes básicos en la pastelería. Ambos son agentes leudantes químicos que generan gas para crear burbujas de aire que ayudan a que las masas crezcan y queden esponjosas. El bicarbonato de sodio es cuatro veces más potente que el polvo para hornear y se activa cuando está acompañado de líquido y un ácido, mientras que el polvo para hornear es una mezcla de bicarbonato con un ingrediente ácido en polvo.
Por otro lado, es importante ser fieles a las cantidades indicadas en la receta para que la masa crezca adecuadamente. El uso excesivo de bicarbonato de sodio o polvo para hornear puede alterar el PH de la masa y afectar su capacidad de subir. Además, puede dejar un sabor amargo y desagradable en el pastel.
¿Qué sucede con el uso excesivo del bicarbonato de sodio?
Sobrepasar la cantidad recomendada de bicarbonato de sodio puede arruinar la receta. Los riesgos de su ingesta excesiva, tanto agudas como crónicas incluyen la alcalosis metabólica, la hipokaliemia, hipernatremia, hipoxemia e hipercapnia. Del mismo modo, un exceso de bicarbonato de sodio en una receta puede tener el mismo efecto en nuestra preparación, produciendo irregularidades en la textura, afectando su color y sabor.
Cuidado con la precisión en las medidas
Uno de los errores más comunes al agregar bicarbonato de sodio es no medir con exactitud la cantidad necesaria. Si no prestamos atención a la cantidad requerida y añadimos más bicarbonato de la cuenta, es muy probable que el sabor acabe siendo demasiado amargo.
- La dosificación recomendada para bicarbonato de sodio es de 1/4 de cucharadita por cada 1 taza de harina
- Por otro lado, la dosificación recomendada para el polvo de hornear es 1 cucharadita por cada taza de harina
Es importante tener en cuenta estas dosificaciones para no arruinar una receta y obtener un mejor resultado.
¿Cómo arreglar una receta cuando se ha añadido demasiado bicarbonato?
Si hemos agregado demasiado bicarbonato de sodio, hay varias formas de arreglar la receta, dependiendo de la situación en la que nos encontremos. El método más fácil es aumentar la cantidad de los otros ingredientes para que coincidan con la cantidad de bicarbonato de sodio o polvo de hornear usado. Duplicar la receta puede ser una solución, especialmente para pasteles o barras.
En caso de que no sepamos cuánto extra se ha agregado, lo mejor es desechar los ingredientes y comenzar de nuevo. Si detectamos el error antes de mezclar todos los ingredientes, se puede sacar el bicarbonato de sodio o polvo y comenzar de nuevo. Si se está cocinando para otros, es mejor comenzar de nuevo si no se puede probar antes de servir.
La importancia de la precisión en la pastelería
La preparación de postres implica precisión en cada paso que damos. Desde la selección de los ingredientes hasta la medición exacta, de ello dependerá el resultado final. Es importante mencionar que la ubicación geográfica (altura y latitud) puede influir en la cantidad de leudante a utilizar en la preparación.
Por ejemplo, en Bogotá (ubicada a más de 2.600 msnm) se calculan 10 gramos de polvo para hornear por cada 500 g de mezcla neutra, mientras que al nivel del mar lo ideal es utilizar 15 g por cada 500 g de mezcla. Tomar en cuenta estos aspectos, nos ayudará a obtener un mejor resultado.
Conclusión
Agregar bicarbonato de sodio es una tarea clave en la pastelería, pero su uso excesivo puede ser perjudicial para nuestras recetas. La precisión en las medidas es fundamental para obtener el mejor resultado.
Recuerda que, si al final se han agregado demasiado bicarbonato de sodio, hay diversas soluciones posibles para remediar la situación. Lo más importante es no desalentarse y seguir en el camino de la experimentación y la práctica, siempre con el objetivo de conseguir la mejor versión posible de nuestros postres.