El amor que sentimos por nuestras mascotas puede llevarnos a tomar decisiones equivocadas. Si nos gusta su descendencia, podemos pensar naturalmente que el mejor camino es cruzarlos y así asegurarnos de una descendencia fiel a sus padres. Pero, ¿qué pasa si cruzamos a un perro con su madre o a su hijo o hija?
Es importante tener en cuenta que, al contrario de los humanos, los perros no reconocen a sus parientes cercanos. No saben que son hermanos, padres o hijos. Por ende, es crucial evitar el cruce entre miembros de una misma familia, lo que se conoce como endogamia. Este tipo de práctica puede causar empobrecimiento genético y degeneración en los perros.
El peligro del inbreeding
El cruce entre hermanos, padres e hijos o, en general, entre perros que tengan un parentesco cercano, causa empobrecimiento genético y degeneración en los perros. A diferencia del inbreding controlado, que se lleva a cabo por criadores responsables con un conocimiento riguroso de la genética de la raza, el inbreeding al azar es perjudicial para el desarrollo mental y físico, y la salud de los perros.
Según diversos estudios, los perros que han sido fruto de este tipo de prácticas tienen más posibilidades de sufrir problemas de conducta y enfermedades hereditarias, algunas de ellas muy graves, que los perros que no han sido criados así. Incluso existen efectos dominó que afectan a generaciones posteriores de camadas.
No importa la raza del perro. El inbreeding afecta tanto a perros de raza como a perros mestizos o zaguates. El objetivo de la endogamia es fijar una determinada característica física, que se mantiene generación tras generación, pero esto puede resultar más dañino que beneficioso.
Consecuencias graves del inbreeding
Entre los problemas que pueden sufrir los perros que han sido sometidos a prácticas de inbreeding, destacan:
- Enfermedades óseas: muchos perros que han sido criados mediante el inbreeding sufren problemas en las articulaciones, incluyendo displasia de cadera o codo.
- Problemas inmunológicos: las camadas de perros endogámicos pueden sufrir problemas en su sistema inmunológico, lo que les hace más vulnerables a contraer enfermedades.
- Problemas del corazón y vasculares: muchos perros criados mediante el inbreeding sufren problemas del corazón, como enfermedades congénitas del sistema valvular.
- Problemas conductuales: los perros criados mediante inbreeding tienen más posibilidades de sufrir problemas de desarrollo mental, como ansiedad por separación, fobias y agresividad.
- Enfermedades de los ojos: dependiendo de la raza, el cruce entre hermanos puede favorecer la aparición de enfermedades en la visión, como la distiquiasis, que provoca que el perro tenga los ojos demasiado saltones.
- Problemas en los órganos sexuales: en los machos, el inbreeding puede provocar que los testículos no bajen correctamente. En las hembras, el cruce entre hermanos puede provocar una mayor frecuencia de embarazos extrauterinos.
Caso real: el peligro del cruce entre parientes
No es un mito, el inbreeding puede ser mortal. En 2007, un criador de perros blancos se concentró en cruzar al mismo macho con sus hijas, nietas y bisnietas para fijar las características deseadas de la raza en sus camadas. Pero en lugar de producir cachorros maravillosos, el cruce entre hermanos resultó en camadas inestables con cachorros deformes y una esperanza de vida media de cinco días.
Cruzar perros hermanos produce empobrecimiento genético y degeneración en los perros, lo que se traduce en cachorros enfermizos y una baja en la inteligencia de la raza. No todos los criadores son iguales. Muchos cruzan a través de un antepasado en común, lo que se conoce como line-breeding. En el caso del Pastor Alemán, por ejemplo, el cruce entre hermanos o padre-hijos es perjudicial para la raza y provoca que la carga genética del perro se desvanezca.
Cruce de dos perros con parentesco cercano por accidente
En algunas ocasiones especiales para la especie canina, como cuando dos perros con parentesco cercano se aparean por accidente, el progenitor Macho no recibirá ningún cachorro a cambio.
En caso de que no haya habido un acuerdo previo en el contrato que especificara cuantos cachorros le corresponden al dueño del macho, se puede acordar una cantidad simbólica. Por ejemplo, si la camada es mayor a 5 cachorros el dueño puede pedir 1 cachorro. Pero cualquier que sea el caso es importante no cruzar dos perros con parentesco cercano nuevamente.
Conclusión
Cruzar perros hermanos, padres e hijos o, en general, perros que tengan un parentesco cercano, es perjudicial para la salud psicológica y física de los perros. El inbreeding produce empobrecimiento genético y degeneración en los perros. El resultado puede ser un perro hermoso visualmente, pero enfermizo y con una estructura genética frágil.
Al amar a nuestra mascota, tenemos la responsabilidad de tenderle cuidados y precauciones para asegurar un futuro sano y feliz. Y eso, sin duda, incluye el no cruzar nunca dos perros con un parentesco cercano.