La Reforma Agraria en México es un tema relevante e importante en la historia nacional. La Reforma Agraria trajo consigo cambios significativos en la economía del país, convirtiendo a México en una nación de pequeños productores. En este artículo, exploraremos los orígenes de la Reforma Agraria en México, su evolución institucional, y la situación actual del desarrollo rural sustentable en el país.
Orígenes de la Reforma Agraria en México
La Reforma Agraria en México comenzó con la Ley Agraria del 6 de enero de 1915, durante la Revolución Mexicana. Esta ley marcó las pautas para la redistribución de la tierra en México y creó la figura del ejido como una forma de responder a las principales demandas sociales de la Revolución mexicana. Los villistas y los zapatistas destacaron en la Revolución por las demandas sociales que abanderaban, una de ellas la restitución de la tierra.
En esa época, México era una nación donde la propiedad estaba en pocas manos, de latifundistas o hacendados, quienes poseían grandes extensiones de tierra. Por otro lado, los campesinos y las comunidades indígenas carecían de tierras y trabajaban en condiciones precarias en las haciendas y enganches. La Ley Agraria del 6 de enero de 1915 fue creada para generar la restitución de tierras a los pueblos y comunidades afectados con la aplicación de las Leyes de Desamortización, de Baldíos y de Colonización.
La Reforma Agraria en el Cardenismo
En el Cardenismo se impulsó la producción de los pequeños y medianos agricultores, ejidatarios y productores privados, con la intención de mejorar sus condiciones de empleo e ingreso y satisfacer sus propias necesidades alimenticias, abastecer el mercado interno y, en lo posible, las demandas de exportación. El objetivo del gobierno era fortalecer a los campesinos y a su vez, consumir lo producido en el país, evitando la dependencia en productos extranjeros.
Las políticas agrarias del Cardenismo tuvieron como objetivo reducir la dependencia del país en la importación de alimentos y mejorar las condiciones de vida de los campesinos. En ese sentido, se llevaron a cabo diversas medidas para estimular la actividad agrícola, tales como créditos, asistencia técnica, fertilizantes, apoyos para las organizaciones campesinas, entre otros.
La Constitución y la Reforma Agraria en México
La Constitución de México es una ley suprema que otorga bases jurídicas para la organización y estabilidad del país. El Artículo 27 de la Constitución, creado en 1917, es considerado la génesis del constitucionalismo mexicano y establece que la propiedad de las tierras y aguas nacionales corresponde originariamente a la Nación.
El Artículo 27 también reconoce el derecho de los campesinos a la tierra y establece las bases para la creación de ejidos y comunidades agrarias. La Reforma Agraria ha sido fundamental para garantizar el acceso a la tierra de los campesinos y comunidades indígenas, y su respeto y obediencia es parte de la identidad nacional.
La Evolución Institucional del Desarrollo Rural en México
La evolución institucional del desarrollo rural en México ha sido un camino de aprendizaje ciudadano para responder a los problemas de cada etapa. Durante los años 70 y 80, se crearon diversas instituciones y programas para promover el desarrollo rural sustentable, como la Secretaría de la Reforma Agraria, la Secretaría de Agricultura y Ganadería, el Programa Nacional de Solidaridad, entre otros.
Estas instituciones y programas tuvieron como objetivo mejorar las condiciones de vida de los campesinos, promoviendo el acceso a la tierra, el crédito y el apoyo técnico, así como la promoción de formas de organización en la producción y comercialización agrícola.
El Desarrollo Rural Sustentable en México
A pesar de los esfuerzos institucionales para promover el desarrollo rural sustentable, la Reforma Agraria ha dejado de cumplir con los objetivos para los que fue creada y el campo ha sido abandonado. El número de personas dedicadas a la siembra cada vez es menor y muchos ejidos se han convertido en centros urbanos.
La Reforma al Artículo 27, aprobada el 6 de enero de 1992, abrió la puerta a la privatización de la tierra y la entrada de empresas transnacionales para su explotación. Esta reforma provocó un fuerte debate en la sociedad mexicana y fue vista como una traición a la lucha campesina.
Legado de la Reforma Agraria en México
A pesar de los cuestionamientos sobre su evolución y alcance, la Reforma Agraria en México sigue siendo considerada un acierto en la política pública, pues logró transformar al país de una nación donde la propiedad estaba en pocas manos, a una nación con ejidos y comunidades que albergan a millones de pequeños productores.
La dotación de tierras a los campesinos y comunidades indígenas ha sido reconocida mundialmente y ha sido importante para fomentar la producción agropecuaria en el país. Sin embargo, es necesario volver a considerar la situación actual del campo mexicano, y pensar en medidas viables para la promoción del desarrollo rural sustentable.
Conclusiones
En conclusión, la Reforma Agraria en México es un tema relevante para la historia nacional y es fundamental para entender la evolución institucional del desarrollo rural. Fue creada para restituir y dotar de tierras a los pueblos y comunidades indígenas, y a lo largo de los años se han creado diversas instituciones y programas para promover el desarrollo rural sustentable. A pesar de ello, aún existen retos importantes para alcanzar un campo justo y productivo en el país.
Es necesario pensar en medidas viables para impulsar el desarrollo rural sustentable en México, en donde se promueva una producción agropecuaria responsable, se garantice el acceso de los campesinos a la tierra y al crédito, y se fomente la consolidación de formas de organización justas y solidarias en la producción.
En última instancia, la Reforma Agraria en México sigue siendo un símbolo de lucha y búsqueda del bienestar social para los campesinos y comunidades indígenas, y debemos seguir trabajando en su fortalecimiento y consolidación para garantizar el desarrollo rural sustentable.