La palabra “cricoso” es un neologismo del habla popular en México que ha cobrado cierta relevancia en los últimos tiempos debido a su relación con el consumo de drogas. Aunque el término tiene diversos significados, en la actualidad se asocia principalmente a la metanfetamina, una droga que ha adquirido gran popularidad en algunos sectores de la población y que ha generado un amplio debate sobre su legalidad y su impacto en la salud pública.
El aspecto físico de los adictos al crack
En algunos artículos periodísticos, se describe a los adictos al crack como personas que presentan un aspecto físico deteriorado, marcado por una extrema delgadez, pérdida de dientes y pelo quebradizo. En algunos casos, se mencionan por nombre a individuos que se presumen adictos a esta droga, como Daniel, Pelón y Alonsito.
Según algunas fuentes, Daniel y Pelón han perdido todos sus dientes y están vendiendo cosas para poder costear su droga, una muestra de la desesperación que provoca el consumo de estas sustancias. En este sentido, “cricoso” se asocia a menudo con la idea de deterioro, decadencia y peligro.
El término “cricoso” en el lenguaje popular
Uno de los aspectos más curiosos del término “cricoso” es su amplio significado. Según algunas fuentes, este adjetivo puede utilizarse para referirse a algo difícil o muy estricto, como en la expresión “¡Ese profesor es muy cricoso con las tareas!”. También puede emplearse para describir algo extremadamente fuerte o complejo, como en el ejemplo “Arreglar el auto está cricoso”.
Por otra parte, también se utiliza el término “cricoso” para designar una experiencia gratificante o agradable, como en el caso de “Esa fiesta estuvo cricosa, bailamos y cantamos toda la noche”. En este sentido, “cricoso” se asocia a menudo con la idea de intensidad, emoción y diversión.
El origen del término “cricoso”
En su “Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, Tomo 16”, publicada en Madrid por Espasa-Calpe en el periodo 1908-1930, el filólogo y lexicógrafo español Ramón Menéndez Pidal hace referencia a la palabra “crico” como un término que se utilizaba en los albores del castellano para referirse al grito de mando de los arrieros y otros trabajadores rurales.
Según esta teoría, “crico” se habría derivado del término latino “quiricus”, que significa “alardear” o “vanagloriarse”. De este modo, “crico” habría adquirido con el tiempo una acepción más amplia, que incluye conceptos como la fuerza, el poder y la autoridad.
El consumo de la metanfetamina en México
En la actualidad, “cricoso” es un término que se utiliza con frecuencia para referirse a la metanfetamina, una droga altamente adictiva que ha ganado terreno en algunos sectores de la población mexicana. Conocida también como “cristal” o “ice”, esta sustancia se ha convertido en una de las principales preocupaciones de las autoridades sanitarias y policiales, que luchan por frenar su creciente consumo.
La metanfetamina es una droga sintética de diseño que se cocina en laboratorios clandestinos y que se presenta en forma de cristales incoloros e inodoros. Su consumo puede provocar diversos efectos en el organismo, como un aumento de la energía y la actividad, una disminución del apetito y una sensación de euforia y poder.
Sin embargo, a largo plazo, el uso de la metanfetamina puede derivar en una serie de problemas de salud, como neurosis, psicosis, trastornos del sueño y delirios, así como en un alto riesgo de adicción y dependencia. Además, su consumo puede afectar gravemente la vida personal y profesional de los adictos, que suelen descuidar sus responsabilidades y relaciones sociales.
La muestra “Circo crico”
En el Centro Cultural Eucalipto20 de la Ciudad de México se ha organizado recientemente la exposición “Circo crico”, una muestra que aborda el tema del consumo de cristal y su relación con las prácticas sexuales y la comunidad LGBTTTIQ+. Esta muestra ha sido organizada por iniciativa de Eugenio Echeverría en colaboración con Pablo Caisero y Aldo Morales.
Más de 20 artistas han sido seleccionados para exhibir sus obras en la muestra, que se centra en la idea de la multidimensionalidad de la práctica del chemsex (sexo con drogas). A través del arte, se pretende explorar las diferentes caras del consumo de sustancias, desde los aspectos más oscuros y peligrosos hasta los más hedonistas y subversivos.
El consumo de cristal en las sexualidades psicoactivas
El cristal es una droga psicoestimulante que se utiliza recurrentemente para intensificar la actividad sexual en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres. Esta práctica, conocida como chemsex, ha ganado terreno en algunos sectores de la comunidad LGBTTTIQ+, especialmente en aquellos que buscan una alternativa a los estereotipos heteronormativos y conformistas de la sexualidad.
Sin embargo, el consumo de esta sustancia puede propiciar el aumento de casos de enfermedades de transmisión sexual, como el VIH, la sífilis, la gonorrea y la hepatitis C. Además, esta práctica suele estar relacionada con conductas de riesgo, como las relaciones sexuales sin protección y la práctica del “slamming” (inyección directa de la droga).
La falta de registros y estudios sobre el uso de sustancias en las sexualidades psicoactivas
A pesar de ser una droga de fácil acceso y uso común, en México hay un escaso interés en la salud de la comunidad LGBTTTIQ+ y una notable falta de registros y estudios sobre el uso de sustancias en las sexualidades psicoactivas. Por esta razón, iniciativas como “Circo crico” son muy importantes para visibilizar y analizar los problemas que acarrea esta práctica.
Además, la muestra cuenta con la colaboración del proyecto Conexiones Psicoactivas, que se encarga de comunicar información y promover la prevención y reducción de riesgos en relación con el consumo de sustancias. De este modo, “Circo crico” se presenta como una iniciativa multidisciplinaria que busca generar conciencia y reflexión sobre un tema delicado y complejo.
Conclusión: ser “cricoso” en México
En definitiva, el término “cricoso” es un ejemplo de cómo el lenguaje popular y la realidad social se relacionan y condicionan mutuamente. En el caso de México, “cricoso” se ha convertido en una palabra que sugiere al mismo tiempo fuerza y deterioro, complejidad y diversión, autoridad y desorden.
El uso de esta expresión para referirse a la metanfetamina refleja la preocupante realidad del consumo de drogas en el país, que sigue siendo un problema de salud pública de gran magnitud. En este sentido, iniciativas como “Circo crico” son una muestra de la necesidad de abordar este tema desde una perspectiva multidimensional que tenga en cuenta tanto los aspectos médicos y legales como los culturales y sociales.
En definitiva, ser “cricoso” es una experiencia compleja y ambigua que exige una reflexión profunda sobre nuestras prácticas y valores como sociedad.