La etapa escolar es un periodo clave en el desarrollo físico y emocional de los niños. Esta etapa, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el periodo comprendido entre los 6 y 12 años, es crucial en la adquisición de habilidades físicas, cognitivas y sociales que marcarán el futuro de los niños.
Desarrollo psicomotor y cognitivo
Durante la etapa escolar, los niños continúan desarrollando sus habilidades motoras y cognitivas. Su capacidad de razonamiento lógico y pensamiento abstracto se fortalece, al mismo tiempo que se perfeccionan las habilidades motoras y la coordinación.
Es importante destacar que la etapa escolar es clave en la adquisición de la dentición definitiva, la cual es variable en cada niño. Además, los niños duermen 10-11 horas por la noche y ya no suelen tener siesta.
La madurez cognitiva que se alcanza durante la etapa escolar permite a los niños comprender el mundo que les rodea de una forma más compleja y profunda. Esta capacidad cognitiva se refleja en los procesos de aprendizaje, ya que los niños pueden manejar conceptos abstractos y aplicarlos en situaciones concretas.
Desarrollo emocional y social
Durante la etapa escolar, los niños siguen necesitando la presencia de sus padres, pero es importante trabajar su libertad y responsabilidad. Es en esta etapa cuando los niños comienzan a desarrollar relaciones sociales más complejas, aprenden a hacer amigos y a interactuar con sus iguales.
Les gusta jugar con otros niños, pero tienen dificultades para aceptar perder y creen que los demás también engañan. A medida que maduran, los niños aprenden a comprender mejor los sentimientos y necesidades de los demás.
La adopción de roles sociales también es evidente durante la etapa escolar. Los niños comienzan a diferenciar los roles de género y a construir su identidad en base a su relación con su entorno. Es importante durante esta etapa fomentar la tolerancia y el respeto por la diversidad.
La alimentación en la etapa escolar
Los hábitos alimentarios, adquiridos en la infancia, son fundamentales en la prevención de enfermedades crónicas en la vida adulta. La alimentación es clave para prevenir obesidad, cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Por ello, la edad escolar es una etapa clave para la formación de hábitos alimentarios saludables.
En España, el 26% de los niños tienen sobrepeso y el 9% obesidad. La AESAN lanzó en 2005 la Estrategia NAOS con el objetivo de promover una alimentación saludable y prevenir la obesidad en la población. La educación es fundamental para inculcar conocimientos de la importancia de la alimentación saludable desde temprana edad.
La influencia de la familia y del comedor escolar en la alimentación del niño es clave en esta etapa. Es importante fomentar en los niños el consumo de frutas, verduras, cereales y legumbres, así como reducir el consumo de alimentos procesados, ricos en grasas y azúcares.
Desarrollo físico
En la etapa escolar se produce un crecimiento lento y estable, con un aumento de peso de 3 a 3,5 kg por año, y de 4 a 4,5 kg al año cerca de la pubertad. El desarrollo físico también se acelera en el periodo prepuberal, momento en que se produce un aumento del tamaño y desarrollo de los órganos sexuales.
El control nocturno de esfínteres se relaciona con la maduración y genética del niño y afecta a diferentes porcentajes de niños según la edad. No es útil levantar a los niños por la noche para llevarlos al baño si tienen enuresis nocturna.
Conclusiones
La etapa escolar es una fase crucial en el desarrollo de los niños, donde se adquieren habilidades físicas, cognitivas y sociales que marcarán su futuro. Es en esta etapa donde se fomentan hábitos que pueden prevenir enfermedades crónicas en el futuro y se establecen las bases de una vida saludable.
Es importante fomentar la educación en valores, la tolerancia y el respeto a la diversidad, así como proporcionar una educación en alimentación saludable desde temprana edad. Los niños necesitan de un entorno seguro y afianzar su autoestima para poder desarrollarse plenamente en todos los ámbitos.
En definitiva, la etapa escolar es un periodo fundamental en la vida de los niños y la sociedad debe trabajar en conjunto para garantizar que los niños puedan desarrollarse de manera plena y saludable.