La danza del calabaceado es una manifestación artística y cultural originaria de la zona norte de México, específicamente entre los estados de Sonora y Baja California. Este baile regional empezó a desarrollarse a finales de los años 50 como parte de las actividades ganaderas de la región. Surge como una expresión popular que combina música norteña, baile vaquero y baile de cambio de pareja. El resultado es un baile fuerte, explosivo y que requiere de extrema resistencia y habilidad hasta llegar al virtuosismo.
El origen del calabaceado
El origen del calabaceado tiene su raíz en las actividades ganaderas que formaban parte de las diversiones entre los vaqueros, como los jineteos, el lazo y pial o las carreras de caballos. En los años 50, estos grupos de música norteña, como los reconocidos Montañeses del Álamo, pusieron de moda el baile vaquero en esta región. El “calabaceado” se consolidó al incluir el acordeón en los grupos de música norteña, eliminando el clarinete. Con el paso del tiempo, se fueron añadiendo pasos al baile y se fue perfeccionando hasta convertirse en una danza folklórica que representa de manera única la cultura y las tradiciones de la zona.
Características del baile del calabaceado
El baile del calabaceado requiere de una gran condición física y resistencia por parte de los bailarines, quienes deben ejecutar sin descanso cada uno de los pasos. El porte y la gracia también son fundamentales en este baile, que imita las actividades del ganado, como los brincos, giros y patadas. El término “calabaceado” se originó en la palabra “cabriola” que era utilizada por los espectadores para referirse a los brincos en el baile, y que con el tiempo se fue transformando hasta llamarse “Calabaceado”.
Los pasos básicos del calabaceado
Entre los pasos básicos del baile Calabaceado se encuentran el “Taconeado”, el “Golpe doble de planta”, el “Punteado atrás o de patada” y el “Paso de remolino o reguilete”. Durante el bailoteo, el cambio de pareja es constante y no hay momentos de descanso para los danzantes. El paso de remolino, que consiste en dar vueltas al pie hacia atrás en forma circular, girando a la derecha o a la izquierda, es una parte importante del baile del calabaceado. Este paso da vueltas al pie en forma circular hacia atrás, puede alternar en tiempos dobles cuádruples o mantenerse con un solo pie, levanta gran cantidad de polvo, y requiere de mucha resistencia. El paso de reparito, por su parte, da un salto y cae en apoyo con pie izquierdo, al mismo tiempo que el derecho sale elevado de costado y pasa al frente apoyándose en tacón y dando un remate de planta con pie contrario (izquierdo).
Vestuario del calabaceado
El vestuario que usan los bailarines de calabaceado es en general pantalón de mezclilla, camisa vaquera a cuadros, sombrero, botas vaqueras, chaleco de piel, cinturón de cuero con hebilla grande y paliacate al cuello. En el caso de las mujeres, el vestuario incluye falda, blusa y el paliacate se lleva en el cabello. El vestuario del calabaceado es una muestra de las tradiciones vaqueras de la zona norte de México, que se funden perfectamente con el baile.
Cómo se desarrolló el calabaceado
El baile del calabaceado se desarrolló en el poblado de La Misión, en el Municipio de Ensenada, cerca de la frontera con Estados Unidos. Sus orígenes se remontan a la década de 1950 y están relacionados con las actividades ganaderas de la región. La cita más antigua en donde se menciona el baile “Robado o Calabaceado” se encontró en el Programa del último día del Carnaval de Ensenada de 1922. Existen también versiones de que el origen del baile calabaceado podría haberse originado en la zona vaquera de la Sierra de Juárez y/o en el poblado de El Rosario.
El calabaceado como expresión cultural
El calabaceado es una expresión cultural y artística que representa la identidad del norte de México. Es una forma de baile que fusiona la música norteña, el baile vaquero y el cambio constante de parejas. El resultado es un baile que atrapa al público con sus pasos explosivos y su habilidad. Los bailarines del calabaceado son un ejemplo de perseverancia y dedicación, al ser capaces de ejecutar los pasos sin descanso durante largos períodos de tiempo.
El lugar donde se originó el baile calabaceado
El poblado de La Misión, donde se originó el calabaceado, es un lugar histórico en la región norte de México. Originalmente fue habitado por el grupo étnico K’miai y en 1788 se estableció La Misión San Miguel Arcángel de la Frontera, dirigido por el dominico Luis Sales. La historia y la cultura que se desarrolló en La Misión son parte fundamental del origen del calabaceado, como una expresión que nace de las tradiciones ganaderas y vaqueras de la zona.
Pasos favoritos del calabaceado
Existen nueve pasos fundamentales en el baile del calabaceado, pero entre ellos se destacan el paso de remolino y el paso de reparito. El paso de remolino da vueltas al pie en forma circular hacia atrás, puede alternar en tiempos dobles cuádruples o mantenerse con un solo pie, levanta gran cantidad de polvo, y requiere de mucha resistencia. El origen de este paso se remonta al momento en que lazan las patas traseras del animal y al no poder sostenerse, gira sus patas en forma circular buscando el equilibrio logrando una serie de remolinos hasta que se libera o cae. El paso de reparito, por su parte, que da un salto y cae en apoyo con pie izquierdo, al mismo tiempo el derecho sale elevado de costado y pasa al frente apoyándose en tacón y dando un remate de planta con pie contrario (izquierdo). Este paso tiene su origen en los reparos del caballo o yegua en el rodeo.
Conclusión
En resumen, la danza del calabaceado es una manifestación cultural y artística de la zona norte de México, que surge como una necesidad de expresión popular y que se desarrolló a partir de las actividades ganaderas de la región. Es un baile que combina música norteña, baile vaquero y baile de cambio de pareja, en el que el cambio de pareja es constante y no hay momentos de descanso para los danzantes. El calabaceado es una muestra de las tradiciones vaqueras de la zona norte de México, que se funden perfectamente con el baile. Los pasos del calabaceado requieren de una gran condición física y resistencia por parte de los bailarines, quienes deben ejecutar sin descanso cada uno de los pasos. El resultado es un baile enérgico y virtuoso que representa la identidad del norte de México.