La educación es el cimiento de cualquier sociedad, el alma que guía al pueblo y la fuente más pura de conocimiento y sabiduría. A través de la historia, se ha debatido y se seguirá discutiendo sobre cuál es el mejor método para impartir la educación. Para poder responder a esta pregunta, es necesario evaluar continuamente el proceso educativo y, por ende, el currículum. La evaluación curricular es una herramienta poderosa que permite medir y juzgar los resultados de un plan educativo y es una dimensión importante de lo que se entiende como rendición de cuentas ante sí mismos, como sistema educativo y ante la sociedad en general.
¿Qué es evaluación curricular?
Según Frida Diaz Barriga en su libro “Metodología de Diseño Curricular para Educación Superior”, la evaluación curricular es un proceso sistemático que valora el grado en que los medios, recursos y procedimientos permiten el logro de las finalidades y metas de una institución o sistema educativo. Es decir, es un instrumento de evaluación que permite corroborar la existencia o carencia de los requisitos del diseño curricular en el objeto de evaluación.
La evaluación curricular es un proceso dinámico, constante y deliberado que se inicia con la elaboración del plan curricular y finaliza con la formulación de un nuevo plan que busca adecuar el proceso enseñanza-aprendizaje a las necesidades sociales y educativas del momento. Esta evaluación se desarrolla de manera sistemática, exige el acopio periódico de datos cualitativos y cuantitativos, y tiene como objetivo la verificación de que los cambios propuestos se estén realizando adecuadamente.
La importancia de la evaluación curricular
La evaluación es un proceso fundamental para garantizar la calidad y pertinencia de la educación impartida en cualquier contexto. La evaluación curricular permite determinar los avances y logros obtenidos en el proceso enseñanza-aprendizaje, así como también los aspectos que deben ser mejorados. La evaluación curricular es un proceso permanente de investigación que permite analizar los diferentes componentes del currículum, en relación con la realidad de la institución y del entorno social en que se desarrolla el plan curricular, un proceso que se da en forma dinámica, sistemática y de manera deliberada permanentemente.
Para Marcelino Auccasi Rojas, licenciado en enfermería y autor del artículo que nos sirve de referencia, la evaluación curricular es un proceso participativo de delinear, obtener y analizar información útil para contrastarla contra un patrón, con el propósito de juzgar y tomar decisiones alternativas respecto de la concepción, estructura, funcionamiento y resultados del currículo. El resultado de esta evaluación es un recurso normativo principal para dirigir el resultado hacia la dirección deseada.
El proceso de evaluación
La evaluación curricular se enfoca en la misión, objetivos y metas de la institución educativa y tiene como finalidad mejorar la calidad educativa. Se pueden distinguir varios elementos importantes que intervienen en el proceso evaluativo:
- El desarrollo del proyecto curricular
- Las características de la entidad a evaluar
- El tipo de datos que se reunirán
- La metodología que se utilizará para conducir la evaluación
- Las operaciones de evaluación
Para diseñar el proceso evaluativo, es importante tener en cuenta los objetivos del programa, los recursos disponibles y los actores involucrados, con el fin de que la información recogida en la evaluación sea lo más completa y pertinente posible.
La evaluación curricular en la historia
La evaluación educacional se ha desarrollado históricamente, por razones sociales más que educacionales, para facilitar la selección social y económica, más que el propósito educacional. Esto ha llevado a la aparición de diferentes formas y modelos de evaluación, algunos de los cuales son más eficaces que otros.
Las primeras formas de evaluación estuvieron enfocadas en la determinación del nivel de conocimiento de los estudiantes, a través de las llamadas pruebas estandarizadas. Con el tiempo, la evaluación se ha expandido para incluir otros aspectos del proceso educativo: los objetivos de aprendizaje, los recursos utilizados, la eficacia del profesorado y la calidad del programa en sí mismo.
Enfoques de la evaluación curricular
Entre los autores que se mencionan en el artículo, se encuentran aquellos que definen la evaluación curricular como un proceso en espiral que parte de un plan vigente y mediante la evaluación llega a formular un nuevo plan, que a su vez será evaluado. Otros autores consideran que lo más importante es formular juicios de valor sobre las variables medidas para tomar decisiones tendientes a dirigir los resultados hacia la dirección deseada.
Hilda Taba, por otro lado, define la evaluación curricular como el proceso que establece el valor como recurso normativo principal de un proceso concreto de enseñanza-aprendizaje.
Conclusión
La evaluación curricular es un proceso fundamental para garantizar la calidad y pertinencia de la educación impartida en cualquier contexto. A través de ella, se pueden mantener un seguimiento permanente en el control de calidad del programa, lo que permite establecer retroalimentación y medidas correctivas para alcanzar los objetivos previstos.
En definitiva, la evaluación curricular cobra cada vez mayor importancia para generar y obtener logros significativos en el proceso educacional hacia un perfeccionamiento racional y científicamente válido para enfrentar los desafíos actuales y del próximo milenio de una educación altamente sostenida.