El Blanco de España es un polvo blanco y poroso compuesto principalmente por creta de tipo dolomítico, que se utiliza en la industria de las bellas artes, la fabricación de pinturas, vidriados cerámicos y como abrasivo abrillantador ligero.
A pesar de su nombre, este material no tiene nada que ver con España. El término “Blanco de España” se utiliza a veces de forma genérica para denominar a cualquier polvo de rocas naturales o artificial de color blanco y ligero. Según la procedencia, granulometría y color, se conoce con diferentes nombres, como “Blanco S. Giovanni”, “Blanco Meudon” y “Blancón”.
El origen geológico del Blanco de España es la precipitación a partir de aguas dulces en ambiente lacustre. Se caracteriza por su composición química a base de carbonato de calcio, lo que le otorga una serie de propiedades físicas y químicas específicas.
Composición química y propiedades específicas del Blanco de España
El Blanco de España está compuesto principalmente por creta de tipo dolomítico, que es un carbonato cálcico de tonalidad blanca. Su fórmula semidesarrollada es CaCO3, su densidad es de 2.83 g/cm3 y su masa molecular es de 100,1 g/mol.
Una de las propiedades específicas del Blanco de España es que reacciona con ácidos produciendo dióxido de carbono. Por tanto, se recomienda evitar su contacto directo con sustancias corrosivas como ácidos, ya que puede provocar una rápida emisión de CO2 y un enturbiamiento de la solución.
Usos y aplicaciones del Blanco de España
El Blanco de España es un material muy versátil que se utiliza en múltiples aplicaciones. Entre ellas, destacan:
- Fabricación de pinturas: el Blanco de España es uno de los pigmentos más utilizados en la fabricación de pinturas al temple. Su porosidad y ligereza permiten que la pintura tenga una buena adherencia a la superficie y tenga buenas propiedades de opacidad y transparencia.
- Industria de vidriados cerámicos: el Blanco de España se utiliza como fundente en la fabricación de vidriados cerámicos. Su presencia ayuda a reducir la temperatura necesaria para la fusión del vidriado y a mejorar sus propiedades de adherencia y brillo.
- Abrasivo abrillantador ligero: el Blanco de España en polvo ultra fino también puede ser utilizado como abrasivo abrillantador ligero para superficies delicadas, ya que no las rayará ni dañará.
- Trabajos de resanado de grietas en techos y paredes: otros usos menos conocidos del Blanco de España son su aplicación en la reparación y resanado de grietas en paredes y techos. Al mezclarse con otros materiales, como la escayola, se obtiene un compuesto con gran capacidad de relleno y fijación.
- Belleza y cosmética: el Blanco de España, debido a sus propiedades como exfoliante y absorbente natural, también tiene aplicaciones en la industria de la belleza y la cosmética. Se utiliza en mascarillas faciales y cremas para pieles grasas o con tendencia acnéica, ya que aloja las impurezas y ayuda a limpiar los poros.
Precauciones al usar el Blanco de España
Es importante tomar medidas de precaución al trabajar con el Blanco de España, ya que su finura y porosidad pueden causar irritaciones y quemaduras en nariz, garganta, ojos y piel.
Se recomienda el uso de mascarillas apropiadas, guantes y lentes de protección mientras se utiliza este polvo. En caso de contacto con la piel, se debe quitar la ropa contaminada y lavar con abundante agua. Si hay contacto con los ojos, es vital lavar con agua y pedir asistencia médica sin poner ninguna sustancia sin indicación médica.
El Blanco de España en las bellas artes
El uso del Blanco de España en la fabricación de pinturas se remonta a la Antigüedad. Su blancura y pureza lo convierten en un pigmento muy preciado y utilizado en la elaboración de obras artísticas.
En la técnica del fresco, que consiste en aplicar la pintura al temple sobre una superficie de cal húmeda, el Blanco de España se utiliza como material de relleno y blanqueante.
En la pintura al óleo, el Blanco de España es un ingrediente común en las capas subyacentes que sirven para preparar la superficie antes de pintar.
Además de la fabricación de pinturas, el Blanco de España también se utiliza en la elaboración de lápices y ceras para dibujar y pintar. La creta dolomítica proporciona a estos materiales un efecto blanqueante y absorbente.
Consejos para utilizar el Blanco de España en las bellas artes
Para utilizar el Blanco de España en las bellas artes, se recomienda seguir las siguientes pautas:
- Utiliza pintura al temple para obtener los mejores resultados con el Blanco de España.
- Añade el polvo con cuidado al agua y remueve hasta que toda la creta quede hidratada sin grumos o trozos secos.
- Si quieres preparar una mezcla más espesa y densa, utiliza escayola o marmolina. No utilices arena o piedra pómez, ya que podrían dar lugar a una mezcla con superficie áspera.
- El Blanco de España también puede utilizarse para dar textura a la pintura. Para ello, puedes mezclar el polvo con un gel acrílico o con el aglutinante de la pintura al aceite, y aplicar con un rodillo sobre la superficie.
- Ten en cuenta que el Blanco de España tiene una gran capacidad de opacidad, por lo que, a medida que lo incorporas a la mezcla, esta se irá volviendo cada vez más blanca. Selecciona el tono adecuado para lograr el efecto deseado.
Conclusiones
El Blanco de España es un material muy versátil y útil en diferentes industrias y aplicaciones. Desde la fabricación de pinturas al temple hasta el resanado de grietas, pasando por la elaboración de vidriados cerámicos, lápices y ceras para dibujar y pintar.
No obstante, es importante tener en cuenta las precauciones necesarias al trabajar con este polvo blanco y poroso, debido a su capacidad irritante y potencialmente perjudicial para la salud.
En el ámbito de las bellas artes, el Blanco de España sigue siendo uno de los pigmentos más utilizados y valorados por los artistas, ya que proporciona una blancura pura y opaca que resulta muy atractiva.
El Blanco de España es un ejemplo claro de cómo un material aparentemente sencillo y cotidiano puede desempeñar un papel esencial en la industria y el arte, y enriquecer nuestra percepción del mundo que nos rodea.
