Los bioelementos secundarios, también conocidos como oligoelementos, son aquellos que el cuerpo humano necesita en cantidades muy pequeñas, pero que son esenciales para realizar funciones básicas como la formación de células y la producción de energía.
El déficit de micronutrientes es uno de los principales problemas de salud pública en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Esto se debe a que la dieta moderna no siempre es suficiente para proporcionar todos los bioelementos necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
Ausencia de bioelementos secundarios en la dieta
La falta de bioelementos secundarios en la dieta puede afectar seriamente a la salud. Por ejemplo, el déficit de hierro puede producir anemia, mientras que el déficit de yodo puede causar problemas de tiroides. Por su parte, la falta de selenio se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
El bioelemento secundario flúor es necesario para fortalecer los dientes y prevenir la caries. Sin él, los dientes podrían presentar caries y debilidad en su estructura, además de dolor y molestias para la persona que los presenta.
Otro bioelemento secundario es el molibdeno, el cual es importante para activar diferentes enzimas en el organismo, sin embargo su carencia es rara.
Bioelementos secundarios y sus efectos en la salud
El hierro y la anemia
Uno de los efectos del déficit de hierro es la anemia ferropénica, un trastorno que se produce cuando el organismo no cuenta con suficiente hierro para producir hemoglobina, una proteína presente en los glóbulos rojos que ayuda a transportar el oxígeno por todo el cuerpo.
El hierro se encuentra en alimentos como carnes rojas, hígado, yema de huevo y lentejas. La falta de hierro puede causar fatiga, debilidad y dificultad para concentrarse. También puede provocar un aumento de la frecuencia cardíaca y dificultades para respirar.
El yodo y problemas de tiroides
El yodo es necesario para la producción de hormonas tiroideas, que regulan el metabolismo del cuerpo. Si el organismo no cuenta con suficiente yodo para producir estas hormonas, puede desarrollar trastornos tiroideos como el hipotiroidismo o el bocio.
Algunos alimentos ricos en yodo son el pescado, el marisco, la leche y el agua que proviene del mar. Si la falta de yodo es grave, puede producirse un retraso en el desarrollo mental y físico, sobre todo en la infancia.
El selenio y las enfermedades cardiovasculares
El selenio es un bioelemento secundario que tiene un papel fundamental en el sistema inmunológico y en la protección contra enfermedades cardiovasculares.
Los alimentos ricos en selenio incluyen carnes rojas, frutos secos, huevos y mariscos. La carencia de selenio puede provocar problemas musculares, cardíacos y neurológicos, como la debilidad muscular y la fatiga.
Exceso de bioelementos secundarios en el organismo
Al igual que la carencia de bioelementos secundarios puede ser perjudicial para la salud, su exceso también puede serlo. Por ejemplo, el exceso de hierro puede provocar daño en diferentes órganos del cuerpo y el exceso de flúor puede provocar manchas en los dientes.
El exceso de selenio, por su parte, puede generar una intoxicación conocida como selenosis, que puede producir síntomas como pérdida de cabello, problemas de piel, uñas deformadas, fatiga y decaimiento en general.
Prevención de las enfermedades derivadas de la carencia de bioelementos secundarios
Para prevenir las enfermedades derivadas de la carencia de bioelementos secundarios en la dieta, es importante mantener una alimentación variada y equilibrada que incluya alimentos ricos en estos nutrientes. Entre estos alimentos se encuentran las carnes rojas, el pescado, los mariscos, el hígado, los huevos, las legumbres, los lácteos, los frutos secos y las verduras.
Es importante tener en cuenta que no siempre es posible obtener todos los nutrientes necesarios únicamente a través de la dieta, por lo que en ocasiones puede ser necesario tomar suplementos vitamínicos.
La importancia de la detección temprana de los déficits de bioelementos secundarios
La detección temprana de los déficits de bioelementos secundarios es fundamental para prevenir las enfermedades derivadas de su carencia. Una opción para detectar estos déficits es realizar un análisis de sangre que permita identificar los niveles de estos nutrientes en el organismo.
Si se detecta un déficit de bioelementos secundarios, se pueden tomar medidas para corregirlo, como ajustar la dieta o tomar suplementos vitamínicos que proporcionen los nutrientes necesarios.
En conclusión
Los bioelementos secundarios son nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo humano. Su carencia puede producir enfermedades que afectan seriamente la salud, mientras que su exceso también puede ser perjudicial.
Por lo tanto, es importante mantener una alimentación equilibrada y variada que incluya alimentos ricos en estos nutrientes y realizar análisis de sangre periódicos para prevenir y detectar a tiempo cualquier déficit de bioelementos secundarios en el organismo.