La Biblia es un libro sagrado que contiene historias fascinantes, llenas de enseñanzas y lecciones de vida. Entre ellas encontramos la historia de Rebeca, una mujer que desempeñó un papel importante en la genealogía de Jesús y en la historia de Israel. En este artículo, exploraremos la edad de Rebeca cuando se casó con Isaac, su parentesco con Abraham y otros detalles interesantes sobre su vida que se mencionan en la Biblia.
Una historia de amor y fe
La historia de amor de Isaac y Rebeca es una de las más conmovedoras de la Biblia. Isaac, el hijo de Abraham y Sara, había perdido a su madre y estaba buscando una esposa adecuada. Abraham, preocupado por el futuro de su hijo, envió a su criado Eliezer para que buscara una esposa para Isaac en su tierra natal de Mesopotamia.
Eliezer buscó una novia de la familia de Abraham y tuvo la idea de hacer una prueba para encontrar a la mujer adecuada. Cuando llegó a un pozo, le pidió a Dios que le diera una señal de la mujer que debía casarse con Isaac. Rebeca, la hija de Betuel, apareció en el pozo y Eliezer le pidió agua para beber. Rebeca no solo le dio agua a Eliezer sino que también sacó agua para todos sus camellos sin pedir nada a cambio. Este fue un gesto de generosidad y hospitalidad que demostró que era la mujer adecuada para ser la esposa de Isaac.
La edad de Rebeca cuando se casó con Isaac
Según la Biblia, Isaac tenía 40 años cuando se casó con Rebeca (Génesis 25:20). No sabemos exactamente la edad de Rebeca en ese momento, pero podemos inferir su edad. Sabemos que ella era hija de Betuel, el hijo de Najor, el hermano de Abraham (Génesis 22:23). Si suponemos que Abraham tenía alrededor de 70 años cuando nació Isaac, entonces tendría alrededor de 140 años cuando Rebeca nació. Si Isaac tenía 40 años cuando se casó con ella, probablemente ella tenía entre 15 y 20 años en ese momento.
Una mujer de fe y valentía
Rebeca no solo era una mujer hermosa, sino que también era una mujer de fe y valentía. Después de casarse con Isaac, luchó por tener hijos durante 20 años. Finalmente, Dios le concedió su oración y tuvo gemelos, Esaú y Jacob. Además, Rebeca recibió una profecía de que sus hijos lucharían en su vientre y que uno sería más fuerte que el otro (Génesis 25:23).
Rebeca también demostró su astucia y valentía cuando ayudó a Jacob a engañar a Isaac para obtener la bendición de primogénito en lugar de Esaú. Esta no fue una decisión fácil para Rebeca, ya que era un engaño hacia su esposo e hijo mayor. Sin embargo, ella creía que Jacob era el elegido de Dios y que su plan era necesario para cumplir los propósitos de Dios en la vida de Jacob y Esaú.
Rebeca y su hermano Labán
Rebeca también había tenido que luchar contra las dificultades en su propia familia. Su hermano Labán engañó a Jacob para trabajar para él durante muchos años para poder casarse con su hija menor, Raquel. Rebeca murió antes de que Jacob regresara de Padán-aram con su familia.
El legado de Rebeca
Rebeca es recordada en la historia de Israel como la esposa de Isaac y la madre de gemelos que jugaron papeles importantes en la historia de Israel. Esaú se convirtió en el padre de las tribus edomitas, mientras que Jacob se convirtió en el padre de las doce tribus de Israel. La astucia y la valentía de Rebeca también se transmitieron a su hijo Jacob, quien luchó contra muchos desafíos para cumplir los propósitos de Dios en su vida.
Conclusión
La historia de Isaac y Rebeca es un ejemplo de amor, fe y valentía. Rebeca era una mujer joven y hermosa cuando se casó con Isaac y, junto con él, desempeñó un papel importante en la historia de Israel. Su historia también nos enseña que a veces tenemos que tomar decisiones difíciles para cumplir los propósitos de Dios en nuestras vidas.
Al leer la Biblia y considerar la vida de hombres y mujeres como Isaac y Rebeca, podemos aprender valiosas lecciones de vida que pueden ayudarnos a ser personas más sabias, generosas y valientes.
