La salud es un tema de gran importancia para todas las personas, pero a menudo surgen dudas relacionadas con la higiene y la salud. Una de las preguntas más frecuentes es si se puede bañar después de haber tomado algún tipo de medicamento, en particular, ¿por qué es malo bañarse cuando se purga?
La idea de tomar un laxante con la finalidad de purgar el cuerpo no es nada nueva. De hecho, este remedio casero se ha utilizado durante siglos para ayudar a limpiar el organismo y mejorar la digestión. Sin embargo, son muchas las personas que aún desconocen si pueden o no bañarse después de tomar un purgante y cómo hacerlo sin correr riesgos. En este artículo te lo explicamos todo.
¿Qué es un purgante y por qué se toma?
Un purgante es un tipo de medicamento que se utiliza para limpiar los intestinos y el colon, facilitando la eliminación de toxinas y desechos del cuerpo. Los laxantes también son muy comunes para la misma finalidad.
Es normal que durante el proceso de purga se produzca un aumento en la evacuación de las heces, y en algunos casos, la persona puede sentir algunas molestias o malestar abdominal. Sin embargo, suelen ser síntomas pasajeros y no representan un peligro para la salud.
¿Por qué es malo bañarse al mismo tiempo que se purga?
Aunque no existe una contraindicación médica directa, en verdad sí existen algunos riesgos asociados a bañarse después de haber tomado un purgante. Antes que nada, es necesario aclarar que tomar un purgante no implica una completa limpieza del cuerpo. Por tanto, todavía hay residuos y sustancias que no han sido eliminadas.
El síncope de hidrocución
Una de las principales preocupaciones es el riesgo de sufrir un colapso cardiocirculatorio, también conocido como síncope de hidrocución. Esta es una respuesta física normal del cuerpo ante el contraste brusco de temperatura entre el agua y la piel.
La hidrocución puede desencadenar una elevación momentánea de la presión arterial y de los latidos del corazón, lo que puede desembocar en un desmayo o incluso una parada cardiaca. Los expertos recomiendan ser especialmente cuidadosos después de comer o haber tomado algún tipo de medicamento, ya que aumenta el flujo sanguíneo al estómago y el cuerpo se encuentra más sensible a estos cambios de temperatura.
El riesgo es mayor en las personas mayores
Las personas mayores son especialmente susceptibles a padecer síncope de hidrocución. La capacidad del cuerpo para regular la temperatura disminuye con la edad, lo que significa que el cuerpo tarda más tiempo en ajustarse a la temperatura del agua. Por tanto, es recomendable que las personas mayores y aquellas con una salud más delicada sean especialmente cuidadosos al momento de bañarse después de haber tomado un purgante.
¿Es peligroso bañarse después de tomar un laxante?
Al igual que en el caso de los purgantes, no existe una contraindicación médica directa sobre si es seguro o no bañarse después de haber tomado un laxante. Sin embargo, sí existen ciertos riesgos asociados.
El laxante puede descompensar los electrolitos
Los laxantes pueden desequilibrar los electrolitos del cuerpo, lo que puede ocasionar problemas metabólicos y cardiacos. Por tanto, bañarse después de tomar un laxante puede aumentar el riesgo de sufrir una alteración grave de los electrolitos y, por ende, para la salud.
El cuerpo está más sensible al contraste de temperatura
El cuerpo se encuentra más sensible al contraste brusco de temperatura al haber tomado un laxante. Por tanto, bañarse en agua muy caliente o muy fría después de haber tomado un laxante puede ser especialmente peligroso.
¿Qué precauciones debemos tomar?
A pesar de los riesgos, es posible bañarse después de haber tomado un purgante o laxante siguiendo ciertas precauciones. A continuación, te dejamos algunas recomendaciones que debes tener en cuenta:
Esperar un tiempo prudencial después de ingerir el medicamento
Es recomendable esperar un tiempo prudencial después de ingerir el medicamento antes de entrar al agua. En general, se recomienda esperar unas tres horas después de haber tomado el purgante o laxante. Esto permitirá que el medicamento haga efecto en el cuerpo sin correr un alto riesgo de sufrir síncope de hidrocución.
No bañarse con agua muy caliente o demasiado fría
Los expertos recomiendan evitar bañarse con agua muy caliente o demasiado fría, especialmente si se ha tomado algún tipo de medicamento. Esto es porque el cuerpo puede encontrarse más sensible a los cambios de temperatura y puede desencadenar una respuesta física no deseada.
Entrar al agua de forma progresiva
Es recomendable entrar al agua de forma progresiva, mojando primero los pies y las manos antes de sumergirse por completo. Esto permitirá al cuerpo adaptarse de forma gradual a la temperatura del agua y evitar síncope de hidrocución.
No permanecer demasiado tiempo en el agua
No se recomienda permanecer demasiado tiempo en el agua después de haber tomado un purgante o laxante, ya que esto puede provocar una descompensación de electrolitos que puede afectar negativamente la salud.
Cuida tus comidas antes de bañarte
Las comidas pesadas deben evitar bañarse, especialmente si han transcurrido menos de dos horas. Además, los expertos recomiendan mantener una buena hidratación antes y después del baño.
Conclusiones
En conclusión, bañarse después de haber tomado un purgante o laxante no representa un riesgo grave para la salud, siempre y cuando se tomen ciertas precauciones y se evite bañarse en agua muy caliente o demasiado fría.
Es importante recordar que el cambio brusco de temperatura al que se somete el cuerpo al entrar en contacto con el agua puede desencadenar una serie de respuestas físicas que pueden afectar negativamente la salud. Por tanto, es crucial ser especialmente cuidadosos en cualquier situación que involucre cambios bruscos de temperatura.
Por último, es importante recordar que la higiene y la salud son dos aspectos fundamentales de la vida, por lo que es importante mantener una buena higiene personal, pero siempre teniendo en cuenta los riesgos asociados y siguiendo las recomendaciones de los expertos.