La iluminación LED ha ganado popularidad en los últimos años debido a su eficiencia y ahorro en energía, sin embargo, todavía existen muchos mitos y confusiones en cuanto a su funcionamiento y ventajas. Uno de los temas más recurrentes al hablar de la iluminación LED es el calor que produce, ¿genera un calor significativo en comparación con otros tipos de focos? ¿cuáles son las diferencias en cuanto a la cantidad de calor producido entre los distintos tipos de bombillas? En este artículo, descubrirás la verdad detrás de estos mitos y datos curiosos sobre los distintos tipos de focos.
Mitos sobre el calor en los focos LED
Uno de los primeros mitos a desmentir es que los focos LED no producen calor. Es cierto que los focos LED producen menos calor que los focos incandescentes, pero todavía hay una cantidad significativa de calor generado. De hecho, aproximadamente el 5% de la energía consumida por los LEDs se convierte en calor. Sin embargo, esto sigue siendo mejor que los focos incandescentes, que desperdician aproximadamente el 90% de su energía en forma de calor.
Otra creencia falsa acerca de la iluminación LED es que los primeros modelos de focos LED producían una luz en tono azulado que resultaba incómoda a la vista. Actualmente, los focos LED son los que más se adaptan a los colores y cuentan con una amplia gama de temperaturas de color. Además, la luz emitida por los focos LED también puede regularse, aunque no todos los focos tienen esta adaptación.
¿Cuánto calor produce cada tipo de foco?
Para descubrir la cantidad de calor que cada tipo de foco produce, se realizó un experimento en un modelo de tres lugares para bombillas, cada uno con un espacio limitado y equivalente a los otros dos, hechos de cartón y acetato. Se utilizaron tres termómetros y se midió la temperatura de los espacios durante 30 minutos, con intervalos de 5 minutos para medir el progreso. Los tipos de bombillas utilizados son: una bombilla común de 100w, una bombilla ahorradora de 25w y una bombilla común de 25w.
Los resultados mostraron que el foco ahorrador de 25w se calienta más rápido que uno convencional de 25w, y que puede mantener su temperatura con pocas variaciones después de los 15 minutos de operación. Por otro lado, durante los 30 minutos, las bombillas convencionales no podían mantener una temperatura constante y continuamente aumentaban. Durante los primeros 5 minutos de operación del foco es cuando se adquiere la mayor parte del calor. La cantidad de watts no es directamente proporcional al calor que emite un foco, por lo que es importante considerar el tipo de foco y su eficiencia energética al elegir la iluminación de una casa.
Bombillas incandescentes vs LED
Las bombillas incandescentes están siendo eliminadas gradualmente en todo el mundo debido a su ineficiencia energética. Aproximadamente el 90% de la energía de una bombilla incandescente se desperdicia en forma de calor. Por otro lado, las bombillas LED producen un 90% de luz y sólo un 10% de calor.
Existen defensores de las bombillas incandescentes que argumentan que su calor puede ser valioso, pero su capacidad para calentar una habitación es limitada. La potencia de la bombilla, el tamaño y ventilación de la habitación, la ubicación, tamaño y grosor de las ventanas, el color de las paredes y la temperatura exterior son factores que afectan la capacidad de una bombilla incandescente para calentar una habitación.
Una bombilla incandescente de 60W emite 54 vatios de calor y 6 vatios de luz, y para producir la luz, el filamento se debe calentar a 2.200 °C. Una bombilla de 60 vatios consume 60 julios de energía por segundo y produce 3.600 Julios de energía térmica al usarse durante 60 segundos. Se necesitan aproximadamente 108 kJ de energía para calentar la habitación 1 grado Celsius, y el calor generado por una bombilla de 60 vatios tardaría unos 30 minutos en aumentar la temperatura de la habitación en 1 grado Celsius.
Ventajas de la iluminación LED
Además del ahorro de energía y la reducción de la emisión de gases contaminantes, la iluminación LED tiene muchas ventajas. Una de ellas es su larga vida útil. La iluminación LED tiende a perecer durante un determinado periodo de uso, pero ese periodo es mucho más largo que el de otro tipo de luminarios. Además, el precio de una lámpara o foco LED es mayor a cualquier otro foco incandescente, pero a largo plazo, la inversión rinde frutos en forma de ahorro en la factura de electricidad.
También hay que considerar la versatilidad de la iluminación LED. La empresa Tecno Lite cuenta con una línea llamada Live Smart que tiene funciones donde el LED cambia de color o de intensidad de acuerdo a tus necesidades. Esto puede ayudar a crear un ambiente personalizado y acogedor en cualquier espacio.
Conclusión
En conclusión, el calor que producen los focos LED no es cero pero sigue siendo significativamente menor que el calor que generan los focos incandescentes. Es importante elegir el tipo de foco adecuado y considerar su eficiencia energética y vida útil al momento de iluminar una casa. La iluminación LED tiene muchas ventajas en cuanto a ahorro de energía, reducción de emisión de gases contaminantes y versatilidad, lo que la convierte en una opción cada vez más popular y accesible en el mercado.
