La vista es uno de los sentidos más importantes para los seres humanos, y su correcto funcionamiento es vital. Sin embargo, existen diversas afecciones que pueden causar problemas en la visión, como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia. Afortunadamente, hoy en día existen distintas alternativas para corregir estos problemas oculares, y una de ellas son las lentes de contacto.
¿Qué son las lentes de contacto?
Las lentes de contacto son unos dispositivos que se colocan directamente sobre la córnea del ojo con el objetivo de corregir trastornos visuales como la miopía, la hipermetropía, la presbicia y el astigmatismo. Su uso es cada vez más común, ya que representan una alternativa a las gafas, sobre todo en casos de graduaciones elevadas.
Sin embargo, antes de decidir si las lentes de contacto son la opción adecuada para corregir tus problemas de visión, es importante que conozcas algunos datos relevantes acerca de ellas.
¿Cómo funcionan las lentes de contacto?
Las lentes de contacto funcionan gracias a su capacidad para alterar el enfoque de la luz que entra en el ojo. De esta manera, compensan los defectos refractivos del ojo, y permiten que las imágenes se formen con claridad sobre la retina.
La corrección de los problemas visuales mediante el uso de lentes de contacto se realiza adaptando las mismas a la graduación que precisa cada persona. Las lentes de contacto se prescriben por especialistas y se fabrican en distintas graduaciones, que se expresan en dioptrías, una unidad de medida que sirve para calcular la graduación necesaria.
Graduaciones en lentes de contacto
Las lentes de contacto se gradúan de 0,25 en 0,25 dioptrías, siendo su rango de graduaciones mayor que el de las gafas. De manera general, las lentes de contacto para miopía pueden llegar hasta las 10-12 dioptrías, mientras que en el caso de la hipermetropía, este límite se sitúa en torno a las 5 dioptrías.
En cuanto al astigmatismo, no existe un límite máximo de graduación en las lentes de contacto, ya que éste puede ser corregido mediante lentes tóricas, cuya geometría asimétrica compensa la irregularidad de la córnea o de la lente cristalina. En el caso de la presbicia, se pueden utilizar tanto lentes bifocales como lentes multifocales.
Recomendaciones para el uso de lentes de contacto
Si estás interesado en el uso de lentes de contacto para corregir tu problema visual, es importante que consultes a un especialista, quien te orientará sobre la graduación y el tipo de lente que necesitas. Además, es fundamental que sigas las siguientes recomendaciones para un uso seguro y cómodo:
- Usa siempre lentes de contacto con la prescripción adecuada, ya que cada persona tiene necesidades visuales únicas.
- No utilices las graduaciones de los lentes de armazón para adquirir lentes de contacto, ya que no son equivalentes.
- Lava siempre tus manos antes de manipular las lentes de contacto.
- No duermas con las lentes de contacto puestas, ya que puede provocar infecciones oculares.
- Utiliza siempre productos de cuidado y limpieza adecuados para tus lentes de contacto.
- Evita exponer tus lentes de contacto a ambientes excesivamente secos o húmedos.
¿Son seguras las lentes de contacto?
En general, las lentes de contacto son seguras y cómodas de usar. No obstante, como cualquier dispositivo médico, requieren de ciertos cuidados y precauciones para garantizar su correcto funcionamiento.
Un mal uso de las lentes de contacto puede provocar diversas complicaciones, como infecciones, irritaciones, sequedad ocular o incluso daños en la córnea. Por ello, es importante que sigas las recomendaciones de tu especialista y que acudas a él ante cualquier problema ocular.
Lentes de contacto y graduaciones extremas
Existen casos de personas que tienen graduaciones extremas, lo que puede hacer que el uso de las lentes de contacto sea más complejo. Según algunos estudios, a partir de las 10 dioptrías se puede hablar de prescripción extrema, y se estima que entre un 2% y un 5% de la población mundial sufre de graduaciones elevadas.
La mayoría de estas personas vive en países pobres o en zonas que tienen mal acceso al cuidado de la salud, lo que dificulta aún más la corrección de su problema visual. No obstante, en la actualidad existen lentes de contacto diseñadas especialmente para graduaciones elevadas, así como diversas técnicas quirúrgicas que permiten corregir algunos tipos de defectos refractivos.
La técnica del facetado para corregir graduaciones elevadas
En el caso de las personas con graduaciones extremas, la técnica del facetado se presenta como una alternativa para corregir problemas visuales. Esta técnica consiste en tallar lentes de contacto blandas para conseguir un grosor y una forma adecuados a las necesidades de cada persona. Se trata de una técnica especialmente útil en graduaciones desde -12D, que aporta mayor comodidad al usuario al reducir el peso y el espesor de las lentes de contacto.
Además, al ser una técnica artesanal, permite realizar lentes campimétricas, es decir, con visión periférica, lo que es especialmente importante en casos de graduaciones elevadas.
Combina métodos tecnológicos y artesanales
En el caso de las graduaciones superiores a -20D, se deben combinar métodos tecnológicos y artesanales para conseguir una corrección adecuada. En estos casos se personalizan las lentes de contacto a través de programas de ordenador que, siguiendo un modelo matemático, calculan el tallado preciso de las lentes. Posteriormente se efectúa un tallado manual para conseguir la graduación exacta.
La tecnología thinlens, una revolución en la óptica
La tecnología thinlens es una técnica innovadora que podría suponer una revolución en el mercado de la óptica. Esta técnica permite fabricar lentes de contacto ultradelgadas y ultraflexibles, que se adaptan a la forma del ojo y que ofrecen una visión clara y cómoda.
Gracias a esta tecnología, las lentes de contacto pueden ser mucho más delgadas y ligeras, lo que aumenta su comodidad y reduce los problemas relacionados con la sequedad ocular. Además, las lentes thinlens permiten una mayor transmisión de oxígeno a la córnea, lo que las convierte en una opción especialmente recomendable en casos de uso prolongado o para personas que realizan deportes acuáticos.
Conclusión
En definitiva, las lentes de contacto representan una alternativa muy interesante para corregir problemas refractivos, y su uso es cada vez más común. Si bien existen ciertas limitaciones en cuanto a las graduaciones máximas para cada tipo de defecto refractivo, cada vez existen nuevas tecnologías y técnicas para personalizar las lentes de contacto y hacerlas más cómodas y eficaces para cada persona.
Si tienes problemas visuales, recuerda acudir a un especialista para que te oriente sobre qué tipo de lentes de contacto son los más adecuados para tu caso, y sigue siempre las recomendaciones de uso para evitar complicaciones y disfrutar de una vista clara y saludable.