¿Cuál es la estructura externa de un texto y cómo influye en su lectura?

La estructura externa de un texto es lo primero que ve el lector al interactuar con él, y su función es clara: guiarlo a través de las ideas que se exponen en su interior. Al igual que en la arquitectura convencional, la forma en que se organizan los elementos que componen un texto cumple una función imprescindible: hacer que la experiencia sea cómoda, clara y amena para el usuario.

La estructura externa de un texto es como la envoltura de un regalo, pero no por ello menos importante. En el caso de un texto, debe retener al lector desde el título mediante un enfoque clarividente y llamativo para convertirlo en un comprador de un producto o servicio.

Los pilares de una buena estructura externa

Entonces, ¿qué elementos componen la estructura externa de un texto y cómo afectan a su calidad?

  • El título: Es el primer punto de contacto entre el lector y el texto. Debe ofrecer una idea general del texto y al mismo tiempo, resultar atrayente para generar interés.
  • Los subtítulos: Amplían el enfoque del título y presentan los temas específicos que el texto aborda. A menudo, los subtítulos contienen un resumen de los puntos principales y suelen estar divididos en secciones.
  • Los párrafos: Son la forma más básica de estructurar un texto y le permiten al lector saber cuándo debe detenerse y cuándo debe avanzar. Cada párrafo debería contener una idea completa y conectarse con el resto del texto para ofrecer una lectura coherente y fluida. Por lo general, el primer párrafo es el más importante, ya que establece la base sobre la que se construye el resto del texto.
  • Los apartados: Son un nivel superior a los párrafos y se utilizan comúnmente en textos más largos. Dividen el texto en secciones temáticas y pueden tener subtítulos propios, para que el lector pueda organizar la información en su mente.

Una buena estructura externa está asociada a una buena comunicación y es importante para dar un mensaje efectivo. Retener al cliente o usuario mediante el título puede hacer que se interese en lo que se ofrece. En los subtítulos se puede utilizar el diccionario de ventas, que es un compendio de términos utilizados en la estrategia comercial, con la finalidad de que el usuario se sienta familiarizado con el contenido y, por lo tanto, más a gusto con la información que se presenta.

Cualidades de la estructura externa de un texto

Una buena estructura externa también debe tener un hilo conductor que cuente una historia de manera coherente, logrado a través de párrafos claramente estructurados. También debe permitir al lector identificar el tipo de texto que está leyendo: de ventas, informativo, científico, artístico, entre otros.

En un texto argumentativo, por ejemplo, la estructura externa está compuesta por tres niveles: la introducción, el cuerpo textual y la conclusión. El título, en este caso, debe dar una idea general del texto, pero no necesariamente de manera explícita.

Estructura externa de diferentes tipos de textos

La estructura externa varía según el tipo de texto que se esté escribiendo. En la literatura, cada género tiene sus propias normas de organización, que se han ido conformando a lo largo del tiempo.

Los cuentos, por ejemplo, no suelen tener divisiones externas marcadas, aunque pueden tener diferenciaciones en forma de narración múltiple o diario. La estructura externa de un cuento puede reflejar las partes de su estructura interna, pero no siempre. “Demasiada felicidad” es un cuento de Alice Munro y parte del libro de relatos del mismo nombre.

En las novelas, es frecuente encontrar divisiones en capítulos. También se pueden dividir en partes, como en “San Camilo 1936” de Camilo José Cela o “La voz dormida” de Dulce Chacón.

En las obras teatrales, la estructura externa se compone de actos, que pueden variar en cantidad y estar divididos en cuadros y escenas. “Esperando a Godot” de Samuel Beckett es un ejemplo de estructura externa en el teatro.

Algunos ensayos y textos de no ficción pueden tener estructuras externas dividas en tres partes, que coinciden o no con su estructura interna. “El infinito en un junco” de Irene Vallejo se divide en dos partes con subdivisiones y capítulos propios.

Textos narrativos y su estructura

Los textos narrativos tienen como función contar una historia al lector, ya sea real o ficticia. En estos textos, el narrador es quien da voz al mensaje, y los personajes son quienes viven la historia. Esta estructura narrativa puede estar presente tanto dentro como fuera de la literatura.

La estructura interna de los textos narrativos se refiere a la forma en que se organiza la trama de la historia. La estructura externa, por su parte, trata sobre la disposición de los elementos característicos de la narrativa.

Los pilares fundamentales de la narración son el narrador, el tiempo y el espacio.

Elementos importantes de una narración

Además, la narrativa se compone de elementos como los personajes, el conflicto, los obstáculos y el clímax.

Los personajes son los motores de la historia y deben tener una personalidad definida y clara. Por su parte el conflicto es el obstáculo al que se enfrentan los personajes y que les obliga a enfrentarse a situaciones complicadas. Los obstáculos son los desafíos que los personajes deben afrontar para superar el conflicto y llegar al clímax.

¿Cómo deben manejarse el tiempo y el espacio en una narración?

A la hora de escribir una narración, es fundamental manejar adecuadamente el tiempo y el espacio.

El tiempo es esencial para tener coherencia en la historia. Se recomienda seguir una línea temporal ordenada para evitar confusiones entre el lector y el autor.

Por su parte, el espacio sirve como escenario en el que se desarrolla la trama de la historia. Es importante que el espacio sea coherente con la historia y que no contenga elementos que no encajen con la trama.

Ejemplos de uso de tiempo y espacio en la narración

Una excelente representación del manejo del tiempo y el espacio en una narración es “Hamlet” de William Shakespeare. El drama teatral maneja un tecnicismo inusual para la época, utilizando los clásicos monólogos que le permiten a Shakespeare controlar el tiempo de una manera creativa y única.

En contraposición, “Diario para un cuento” de Julio Cortázar presenta elementos fantásticos que dan una libertad creativa en el uso y manipulación del tiempo y espacio.

La estructura externa es la arma con la que cuenta el autor para guiar al lector en su camino hacia la comprensión de la narración. Una buena estructura externa colabora a que un lector inquieto se convierta en un lector fiel.