¿Cuál es la diferencia entre inflamable y flamable?

Si alguna vez has estado en un laboratorio, en una tienda de productos químicos o simplemente has leído la etiqueta de un producto, seguramente has notado que algunos de ellos tienen la etiqueta de “inflamable” o “flamable”. Pero, ¿sabías que existe una gran diferencia entre estos dos términos aparentemente similares?

La confusión entre flamable e inflamable

A pesar de sonar muy parecidos, estos dos términos no son intercambiables, la diferencia entre ellos es importante, y no comprenderla podría llevar a situaciones peligrosas. De hecho, la confusión común entre los términos “flamable” e “inflamable” es tal que muchas personas creen que ambos términos significan lo mismo y, por ende, no distinguen entre ellos.

La Real Academia de la Lengua Española define inflamable como algo que puede inflamarse o encenderse con facilidad. Por su parte, la misma fuente señala que la palabra “flamable” no existe en el idioma español.

Entonces, ¿cómo es que a menudo oímos el término “flamable”? Bueno, esto se debe al calco del término inglés “flammable”, que significa lo mismo que “inflamable”. Al hacer una traducción literal de “flammable”, se podría pensar que significa “aquello que no puede prender fuego”, pero esto no podría estar más alejado de la verdad.

La raíz de la confusión: “in-“

La confusión entre ambos términos radica principalmente en la utilización tosca que se le ha dado al prefijo “in-“. Usualmente, este prefijo se utiliza para indicar una negación, pero en el caso de “inflamable” la cosa es diferente: “in-” no es un prefijo negativo equivalente a “no”, sino que aporta valor intensivo.

Es importante señalar que la palabra “inresponsabilidad” es de las consideradas como inaceptable. El prefijo “in-” usando en la palabra “inresponsabilidad” invalidaría su significado. En cambio, “irresponsable” es el término correcto.

Flamable no existe en español

Como ya mencionamos anteriormente, la palabra “flamable” no existe en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. La confusión proviene del calco del término inglés “flammable”, que significa lo mismo que “inflamable”.

En resumen, existen dos términos: “flamable” e “inflamable”, aunque solo “inflamable” es reconocido como tal por la RAE. Si bien la etiqueta “flamable” es común en algunos lugares de América, no es una opción en el idioma español.

La diferencia entre inflamable y no inflamable

Si bien inflamable e inflamable pueden parecer similares, la diferencia entre ambos términos es fundamental en cuanto a su aplicación y las precauciones que debemos tomar con cada uno de ellos.

Inflamable se utiliza para hacer referencia a cualquier material que tenga la capacidad de encender un fuego, es decir, que prenderá fuego con facilidad, aunque no sea necesariamente una cosa combustible en estado normal. Esto hace que la palabra “inflamable” sea más amplia que la palabra “combustible”, ya que también incluye elementos gaseosos.

Por otro lado, los productos “no inflamables” son aquellos que no tienen la capacidad de arder. En otras palabras, la llama no se propagará a ellos, incluso en el caso de que estén en contacto con algo que esté ardiendo.

Cómo se determina si algo es inflamable

Se determina que un material es inflamable cuando su ignición es fácil y rápida. Aquí, las propiedades físicas que determinan esta característica son su punto de inflamación y su volatilidad.

  • El punto de inflamación se refiere a la temperatura mínima a la que un líquido produce vapores que pueden encenderse y mantener la combustión.
  • La volatilidad, por su parte, se refiere a la facilidad con que un líquido se vaporiza.

En ambos casos, a mayor punto de inflamación o menor volatilidad, menor será la inflamabilidad del material. Caso contrario, cuanto mayor sea su punto de inflamación o mayor sea su volatilidad, mayor será la inflamabilidad del material.

Fuentes de inflamabilidad

Para poder tomar las precauciones necesarias con los productos inflamables, es importante conocer algunos ejemplos de estos productos que se encuentran comúnmente en la vida cotidiana:

  • Gasolina
  • Acetona
  • Pólvora
  • Parafina
  • Madera
  • Papel
  • Plástico

Estos son solo algunos ejemplos de materiales inflamables que se encuentran en la vida cotidiana. Como mencionamos anteriormente, cualquier producto que tenga un punto de inflamación muy bajo o una alta volatilidad se considera inflamable y debe ser tratado con precaución.

El surgimiento del término “inflamable”

Curiosamente, el término “inflamable” tiene su origen en el latín culto y no en el latín vulgar, que es el antepasado del español. Fue acuñado a través del prefijo “in-“, que significa “dentro”, y el verbo latino “flamma”, que significa “llama”.

Originalmente, el término se utilizó para denotar su capacidad de propagar la llama y no su capacidad de arder, lo que ha llevado a la confusión entre los términos “inflamable” y “no inflamable”.

¿Qué hay detrás de las confusiones?

En realidad, la confusión entre los términos “inflamable” y “flamable” es el resultado de una serie de factores. Desde la invención de la palabra inglesa “flammable” hasta la influencia del idioma inglés en algunas áreas de habla hispana, estas son algunas de las razones detrás de estas confusiones.

Por ejemplo, en los Estados Unidos, las etiquetas de los productos químicos están en inglés y no en español, lo que ha llevado a que algunas personas utilicen el término “flamable” en lugar de “inflamable”.

La evolución del lenguaje

Como todos sabemos, el lenguaje es un sistema vivo y evoluciona constantemente en respuesta a los cambios sociales, culturales y tecnológicos. De hecho, las palabras que utilizamos hoy pueden no haber existido hace unos años, mientras que algunas palabras que se usaban comúnmente en el pasado ahora han caído en desuso.

En el caso de “inflamable” e “flamable”, es posible que cambien con el tiempo y que un término se vuelva más popular que el otro. De hecho, la Academia reconoce que el uso común de “flamable” no significa que el término tenga un lugar en el idioma español, sino que simplemente está siendo utilizado de manera incorrecta en ciertos lugares.

¿Seguimos utilizando “inflamable”?

Si bien es posible que en algún momento en el futuro “inflamable” se vuelva obsoleto, por el momento sigue siendo el término correcto para describir su capacidad para arder en contacto con una fuente de calor o una chispa. Hasta que haya un cambio oficial en el idioma, lo mejor es seguir utilizando el término correcto y tener la precaución necesaria con productos inflamables.

Conclusión

La diferencia entre “inflamable” y “no inflamable” es de vital importancia cuando se trata de tomar precauciones con productos químicos, combustibles y otros materiales inflamables. Aunque ambos términos son muy similares en su apariencia, su significado es completamente diferente.

El pensamiento popular tiende a corregir el uso de “inflamable” por “flamable”, pero hacerlo iría en contra del origen y significado de la palabra. En resumen, mientras inflamable siga siendo la palabra correcta para describir su capacidad de arder, la mejor opción es seguir utilizándola con precaución.