Es común que las personas que no están familiarizadas con la terminología religiosa tiendan a confundir el Don de Sabiduría y el Don de Ciencia. Y esto es comprensible, ya que ambos términos son muy similares. Sin embargo, hay diferencias importantes que debemos tener en cuenta al referirnos a cada uno de estos dones espirituales. Veamos a continuación en qué se diferencian y cómo pueden ser útiles para los creyentes que desean edificar su fe en Cristo.
¿Qué es el Don de Ciencia?
El Don de Ciencia o Conocimiento se define como una revelación sobrenatural de hechos y verdades divinas. Esto significa que la persona que recibe este don puede tener una comprensión profunda y espiritual de las cosas materiales y espirituales que están más allá del alcance de la inteligencia humana.
Estos hechos y verdades pueden referirse al pasado, al presente o al futuro, y no necesariamente tienen que ver con un asunto personal o individual. Puede ser, por ejemplo, una información específica acerca de la condición de una persona o de una circunstancia, o incluso revelaciones que permiten conocer los planes del enemigo, o descubrir el pecado escondido.
Consultar a Dios a través del Don de Ciencia
El Don de Ciencia se puede emplear para proteger a los fieles creyentes, para enseñarles la manera correcta de orar o de comunicarse con Nuestro Padre Celestial. El conocimiento que proviene del Don de Ciencia nos proporciona la información de forma clara y precisa y puede manifestarse de diferentes maneras.
Es importante recordar que este tipo de conocimiento se basa únicamente en comunicación directa con Dios, y no en la experiencia personal ni en el conocimiento adquirido a través de otras fuentes. Quienes viven por medio del Don de Ciencia, lo hacen bajo la protección de Dios y se rigen por los mandatos divinos.
¿Qué es el Don de Sabiduría?
El Don de Sabiduría es un regalo que Dios le concede a sus hijos para que puedan aplicar el conocimiento adquirido por el Don de Ciencia de forma práctica y efectiva en su vida diaria. Es el Don que le permite a uno saber cómo actuar en cada situación, resolver un problema o incluso dar una palabra de sabiduría a alguien que la necesite.
El Don de Sabiduría en la vida del creyente
La Sabiduría es una actitud que lleva al crecimiento, a la serenidad y a la armonía. Es una comprensión profunda de la vida y de las cosas que nos rodean. Un don que nace del corazón y que nos muestra cómo debemos vivir nuestra vida. El Don de Sabiduría nos permite discernir cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas y así hacer su voluntad.
El Don de Sabiduría y el Don de Ciencia están íntimamente relacionados. El Don de Ciencia nos proporciona el conocimiento espiritual necesario para tomar decisiones correctas, mientras que el Don de Sabiduría nos otorga la capacidad de tomar esas decisiones y aplicarlas de manera adecuada.
La clave está en la Anunciación
La clave para comprender la diferencia entre el Don de Sabiduría y el Don de Ciencia está en la Anunciación. La Anunciación es el acto de anunciar o comunicar algo. El Don de Ciencia es emplear o utilizar la ciencia de Dios para algo especifico, comunicando algo que Dios mismo te ha entregado mientras que el Don de Sabiduría es la habilidad de saber cómo usar esa misma ciencia de Dios que se nos ha entregado para resolver un problema o guiar a alguien.
En otras palabras, el Don de Sabiduría es la habilidad de aplicar la ciencia de Dios. Puede decirse que el Don de Ciencia se enfoca en el “qué”, mientras que el Don de Sabiduría se enfoca en el “cómo”.
La importancia de utilizar ambos dones
En resumen, tanto el Don de Sabiduría como el Don de Ciencia son importantes para la vida del creyente y su edificación en la fe. Cuando se utilizan juntos, permiten que los fieles tengan acceso a una comprensión más profunda y completa de la voluntad de Dios y de sus propósitos para nuestras vidas.
Es importante recordar que estos dones no están destinados a ser utilizados para nuestro propio beneficio, sino para beneficio espiritual de otros. Por lo tanto, es esencial que usemos estos dones con humildad, sabiduría y amor, siempre en busca de la gloria de Dios.
Conclusión
En conclusión, el Don de Ciencia y el Don de Sabiduría son dones espirituales que se complementan mutuamente para permitir al creyente la capacidad de entender y aplicar la voluntad de Dios en su vida. Aunque similares, cada uno tiene un enfoque distinto y una función única en la vida del creyente. Recuerda que estos dones fueron otorgados como regalos de Dios para el beneficio de la iglesia y para cumplir la misión que tenemos en la Tierra.