El experimento del volcán es uno de los experimentos más icónicos y divertidos que se pueden realizar en casa. Pero, ¿cuál es su propósito? ¿Qué podemos aprender haciendo un volcán de espuma o uno de bicarbonato? En este artículo, exploraremos el propósito y la ciencia detrás de estos experimentos divertidos.
El primer volcán
El conocido científico Justus von Liebig es, de alguna forma, el padre del experimento del volcán. Liebig, nacido en 1803, fue un químico alemán que trabajó en una amplia variedad de temas, incluyendo la agricultura y la alimentación.
Pero una de sus invenciones, específicamente, tuvo un impacto inesperado. En 1848, Liebig inventó la sopa de Liebig, la cual fue la precursora de los caldos industriales que se consumen hoy en día. Y fue gracias a la popularización de estos caldos que se generó un cambio económico y social relevante.
Cuando Justus von Liebig inventó la sopa de Liebig, una de las consecuencias fue que la profesión de las nodrizas se extinguió. Las nodrizas eran mujeres contratadas para amamantar a niños que no podían ser alimentados por sus madres. Pero cuando la sopa de Liebig comenzó a ser producida industrialmente, las madres comenzaron a alimentar a sus hijos con caldo de Liebig en lugar de contratar a una nodriza.
Este cambio enorme en la atención y cuidado infantil impactó en la modificación de las dinámicas familiares y en un aumento en la oferta laboral para más mujeres. Así, un cambio en la industria alimentaria trajo consigo un gran impacto social.
Ciencia detrás del volcán
Pero volvamos al tema principal de este artículo: el experimento del volcán. A simple vista, parece que no hay mucho que aprender de hacer un volcán de espuma en la cocina de casa. Pero, en realidad, hay una gran cantidad de ciencia detrás del proceso.
Para hacer un volcán casero de espuma necesitaremos materiales como agua oxigenada, jabón líquido, yoduro de potasio, guantes, una linterna de luz ultravioleta y una probeta. La reacción química que se produce se basa en la descomposición del peróxido de carbono en presencia de un medio jabonoso. La reacción se acelera por el yoduro de potasio y producirá una erupción volcánica debido a esta descomposición cataclítica del peróxido de carbono.
Es importante tener en cuenta que la reacción química que se produce es exotérmica, lo que significa que se produce calor. La energía se libera en forma de luz y calor, lo que a menudo resulta en una sensación cálida y en la producción de espuma en la botella.
Además, el dióxido de carbono producido es el mismo gas que se emite durante una erupción volcánica real, lo que significa que al realizar este experimento podemos ver rápidamente cómo se produce una reacción química y cómo funciona un volcán real.
Cómo hacer un volcán casero
Ahora que sabemos un poco más sobre el propósito del experimento del volcán, es momento de poner nuestras manos en acción y hacer uno en casa. Para ello, necesitaremos materiales más comunes como una botella de plástico, vinagre, bicarbonato sódico, detergente líquido, tijeras, cartulina, cinta adhesiva, papel de periódico, una cuchara grande y un plato.
Lo primero que debemos hacer es dibujar la forma del volcán en la sección de cartulina y cortarla. Luego cortamos la botella en dos partes, una parte para el cuello y otra para la base, y las pegamos con cinta adhesiva. Agregamos el papel periódico alrededor de la botella y la envolvemos con la silueta anteriormente recortada.
Ahora es momento de mezclar el bicarbonato de sodio, el colorante y el detergente en un recipiente. Vertemos esta mezcla dentro de la botella y preparamos el vinagre. Colocamos la botella sobre el plato y vertemos el vinagre dentro del volcán.
Como resultado, habrá una erupción volcánica producida por la reacción química que se produce por la mezcla del ácido del vinagre con el bicarbonato de sodio, lo que produce dióxido de carbono. Este gas obliga al contenido de la botella a salir del volcán, simulando la erupción de un volcán real.
Hacer un volcán con refresco de cola y caramelos Mentos
Para los más aventurados, también pueden intentar hacer el experimento de volcán con refresco de cola y caramelos Mentos. La ciencia detrás de este experimento es similar al del bicarbonato de sodio y el vinagre. La mayoría de las bebidas carbonatadas, como la cola, contienen dióxido de carbono disuelto en el líquido. Cuando agregamos caramelos Mentos en la botella de refresco, las superficies rugosas de los caramelos crean burbujas que permiten que el dióxido de carbono sobresature y produzca una poderosa erupción volcánica.
Este experimento es extremadamente divertido de hacer y muy asombroso de ver. Pero es importante señalar que los experimentos deben realizarse siempre con precaución. Además, el experimento de la cola y los Mentos debe realizarse en un lugar ventilado y al aire libre debido al gran spray y dificultad para limpiar después del experimento.
Conclusión
Cuando se trata de ciencia, a menudo pensamos en laboratorios y equipos costosos. Pero los experimentos caseros también son fundamentales para comprender la ciencia detrás de los fenómenos de la naturaleza. El experimento del volcán es un gran ejemplo de cómo podemos aprender y disfrutar de la ciencia en nuestros hogares.
Al estar nosotros mismos en el centro del experimento, podemos comprender mejor cómo funciona la ciencia y cómo podemos aplicarla de forma creativa y práctica en nuestro día a día. Y ahora, con un poco más de conocimiento sobre el propósito detrás del experimento del volcán, ¿quién no querría intentarlo en la próxima tarde libre? ¡Diviértete!.