La historia de México está marcada por la lucha de los campesinos por la tierra. Uno de los movimientos más emblemáticos fue el de los zapatistas, liderado por Emiliano Zapata. Su lucha, sin embargo, no solo fue por el derecho a la propiedad de la tierra, sino también por una visión de país donde la libertad y la democracia directa fueran la norma. En este artículo, exploraremos la ideología que impulsó su movimiento y su impacto en la actualidad.
El zapatismo como solución al problema de la tierra
A principios del siglo XX, México estaba inmerso en un proceso de transformación social y política. Uno de los problemas más acuciantes era el de la tierra: la mayoría de la población rural carecía de propiedad o controlaban parcelas insuficientes. En este contexto, surgió el zapatismo, un movimiento agrario que luchaba por una solución al problema de la tierra y un proyecto de país donde coexistiera la propiedad comunal y la pequeña propiedad. Los defensores de esta causa eran conocidos como zapatistas.
La ideología zapatista está reflejada en el Plan de Ayala, redactado en 1911 por Otilio Montaño. En este documento, se pedía una restitución legal de las tierras, y se colmó todas las escrituras de las personas en su “cajita de metal”. Este recurso fue empleado por Emiliano Zapata, quien guardaba en una caja de metal los documentos sagrados de las tierras que le entregó su tío en 1909, que habían sido traspasadas de generación en generación. Protegía los documentos ya que con éstos él se sentía más seguro en caso de que muriese en el intento de restitución de las tierras.
El zapatismo como lucha por la autonomía y la democracia directa
El zapatismo no solo luchaba por el derecho a la propiedad de la tierra, sino también por una forma de vida donde la independencia, libertad y preservación de la tierra fueran valores fundamentales. Los zapatistas defendían el ejercicio de la democracia directa y la soberanía popular desde abajo, es decir, desde los pueblos.
La ideología zapatista tuvo su origen en las comunidades prehispánicas. Durante el Porfiriato, las haciendas azucareras aceleraron el despojo de las tierras y las comunidades indígenas estuvieron en proceso de desintegración. Emiliano Zapata fue líder revolucionario dispuesto a luchar por las tierras de los pueblos. Dirigió un movimiento armado de indígenas y fue conocido como el Atila del Sur. El Ejército Libertador del Sur fue el brazo armado de los zapatistas y actuó principalmente como guerrilla.
La comunidad como centro de la reivindicación zapatista
En un principio, los zapatistas buscaron restaurar sus viejos derechos de propiedad de la tierra. Sin embargo, a medida que el movimiento fue avanzando, se comenzó a gestar una visión más integral de la problemática social. Los zapatistas buscaron la posesión comunal de la tierra, lo cual resultó radical en una sociedad individualista. Según los zapatistas, la restitución de las tierras tenía que ser a la comunidad y junto a las parcelas tendría que estar la recuperación de los montes y las aguas.
Las ideas zapatistas crearon una ideología perdurable que permeó en todos los grupos de la revolución. Más de un siglo después, el zapatismo sigue siendo un referente y una fuente de inspiración para muchos en México y el mundo. Pero, ¿cómo se traduce esta lucha en la actualidad?
El surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
El 1 de enero de 1994, se desató el levantamiento zapatista en el estado de Chiapas, México. El nombre del grupo armado era el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Esta organización guerrillera encontró una sociedad indígena ya muy politizada y con comunicación permanente con diversas organizaciones políticas y sociales. Fue una rebelión en contra del sistema actual neoliberal globalizador.
Los orígenes político-militares del EZLN se encuentran en las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), una organización clandestina formada a finales de los años 60 en el norte de México, inspirada en la revolución cubana. La principal base social del EZLN fueron los pueblos indígenas de la región de las Cañadas, los Altos y la zona norte de Chiapas. El aparato militar del EZLN ha estado subordinado a un consejo de delegados de las comunidades zapatistas denominado Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI).
Las demandas del EZLN y su impacto en la sociedad mexicana
El levantamiento armado se llevó a cabo el 1° de enero de 1994 exigiendo la reivindicación de propiedad sobre las tierras arrebatadas a las comunidades indígenas y un mejor reparto de la riqueza. El gobierno federal respondió al levantamiento enviando tropas a Chiapas para sofocar la rebelión. Los combates duraron 11 días.
Se establecieron las mesas de diálogo de San Andrés Larráinzar; sin embargo, el EZLN rompió el diálogo debido a la propuesta de reformas constitucionales del gobierno federal que no respetaba comprometidos en los acuerdos de dichas mesas. En respuesta, el presidente Zedillo emitió una nueva ofensiva militar y órdenes de aprehensión contra los dirigentes del EZLN.
La sociedad mexicana, en apoyo al movimiento zapatista, se manifestó a lo largo del territorio nacional en marchas y movilizaciones exigiendo paz y diálogo. El movimiento zapatista visibilizó la lucha por la autonomía y la democracia directa, pero también impactó en la sociedad civil.
Los impactos del zapatismo en la actualidad
El surgimiento de los zapatistas y su lucha impactó la sociedad mexicana y la imagen del país a nivel internacional. El zapatismo puso en el debate público temas como la justicia, la igualdad, el respeto a la diversidad, y la participación ciudadana en la construcción de la democracia.
Los mecanismos de organización y autogobierno de los zapatistas fueron estudiados e imitados en otras partes de México y del mundo, y alentaron la creación de una serie de organizaciones e instituciones que buscan una democracia participativa y a la defensa de los derechos humanos.
El Congreso Nacional Indígena y la creación de autonomías
Los acuerdos de San Andrés sobre el “Derecho y Cultura Indígena” entre el EZLN y el gobierno federal en 1996 establecieron compromisos del Estado a reconocer a los pueblos indígenas constitucionalmente y que éstos gozaran de autonomía. Se fundó el Congreso Nacional Indígena (CNI) en octubre de 1996, y se impulsó la creación de juntas de buen gobierno y caracoles para ejercer la autonomía y desarrollar un sistema de justicia más eficaz que el institucional.
El zapatismo sigue siendo un referente en la lucha por la justicia social en México y el mundo. Sus demandas y su visión de sociedad, autonomía y democracia directa continúan inspirando movimientos, organizaciones y personas que buscan formas más equitativas y participativas de organización política y social.
En resumen
La ideología zapatista no solo luchaba por el derecho a la propiedad de la tierra, sino también por una visión de país donde la libertad y la democracia directa fueran la norma. La posesión comunal de la tierra y la comunidad eran el centro de la reivindicación zapatista. El surgimiento del EZLN en 1994 llevó esta lucha a la actualidad, impactando la sociedad mexicana y sus instituciones. Los acuerdos de San Andrés establecieron compromisos del Estado a reconocer a los pueblos indígenas constitucionalmente y que éstos gozaran de autonomía. El zapatismo sigue siendo una fuente de inspiración para muchos que buscan una democracia participativa y a la defensa de los derechos humanos.