Una de las preocupaciones más comunes de los padres y madres es la mollera del bebé. Conocida también como fontanela, se trata de un espacio entre los huesos del cráneo del bebé que aún no han cerrado. A pesar de ser una parte normal del desarrollo infantil, la mollera también puede causar ansiedad en aquellos padres que no están familiarizados con ella. En este artículo, te enseñaremos cómo subirle la mollera a tu bebé y también te explicaremos por qué se hunde y cómo detectar posibles problemas de salud.
¿Qué es la mollera y por qué se hunde?
La mollera es un espacio membranoso entre los huesos del cráneo del bebé que aún no han cerrado. Normalmente, existen dos fontanelas en el cráneo del bebé: la anterior y la posterior. La anterior, que es la que nos ocupa en este artículo, se localiza en la parte superior del cráneo, cerca de la frente. Esta fontanela suele cerrarse entre los 12 y 18 meses de edad.
La mollera puede hundirse por varios motivos. Uno de los motivos más comunes es la deshidratación. El cuerpo del bebé no tiene la misma capacidad para regular la temperatura que el de un adulto, por lo que sudan más fácilmente y necesitan ser hidratados con mayor frecuencia. Si notas que tu bebé tiene la mollera hundida, un primer paso es asegurarte de que está tomando suficientes líquidos.
Otro motivo por el que se puede hundir la mollera es la desnutrición, por lo que también es importante asegurarse de que el bebé está recibiendo una alimentación adecuada para su edad. Si sospechas que tu bebé puede estar desnutrido, lo mejor es consultar con el pediatra.
La diabetes insípida nefrogénica es otra de las causas posibles de la mollera hundida. Se trata de una enfermedad poco frecuente que afecta el riñón y que causa deshidratación. Si sospechas que tu bebé puede tener diabetes insípida nefrogénica, lo mejor es acudir al médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Cómo subirle la mollera a un bebé: consejos prácticos
En algunos casos, subir la mollera del bebé puede ser una tarea sencilla. En otros, puede ser necesaria la intervención médica. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer en casa para intentar subir la mollera de tu bebé si notas que está hundida. A continuación, te presentamos algunos consejos prácticos:
1. Asegurarse de que el bebé está bien hidratado
En los casos en que la mollera se hunde por deshidratación, lo más importante es asegurarse de que el bebé está recibiendo una cantidad suficiente de líquidos. Si tu bebé es menor de seis meses, lo más recomendable es la lactancia materna exclusiva. Si tu bebé ya ha empezado a comer alimentos sólidos, puedes ofrecerle agua entre comidas y durante el día para evitar la deshidratación.
2. Cambiar la posición del bebé
En algunos casos, una simple cambio de posición del bebé puede ayudar a subir la mollera. Si has notado que la mollera de tu bebé está hundida, intenta colocarlo en una posición diferente. Por ejemplo, si el bebé ha estado tumbado boca arriba durante un rato, cambia su posición a una en la que esté sentado o apoyado sobre tu hombro.
3. Jugar con el bebé
En los primeros meses de vida, jugar con el bebé es una manera excelente de estimular su desarrollo físico y mental. Además, jugar con el bebé también puede ayudar a subir la mollera. Algunos juegos simples que puedes hacer con tu bebé incluyen hacerle cosquillas en el vientre, sostenerle en posición vertical y llevarle en brazos de un lado a otro de la casa.
4 Realizar ejercicios de “plancha”
Los ejercicios de “plancha” pueden ayudar a fortalecer los músculos del cuello y la espalda del bebé, lo que a su vez puede ayudar a subir la mollera. Para realizar estos ejercicios, tumba al bebé boca abajo sobre una superficie plana y firme. Sosténle sobre el abdomen y los antebrazos. Anima al bebé a levantar la cabeza y los hombros. Repite este ejercicio varias veces al día.
5. Masajear y estirar
Los masajes y estiramientos también pueden ser una buena manera de ayudar a subir la mollera del bebé. Para realizar masajes, utiliza tus dedos para hacer pequeñas circunferencias alrededor de la mollera. Los estiramientos, por su parte, consisten en estirar suavemente los músculos del cuello y la espalda del bebé. Para ello, coloca al bebé en tu regazo con el torso apoyado en tus muslos. Sostén el cuello del bebé con una mano y utiliza la otra mano para estirar suavemente la espalda del bebé.
6. Usar suaves almohadas o rodillas
En algunos casos, utilizar una suave almohada o tus propias rodillas puede ayudar a subir la mollera del bebé. Si el bebé está acostado boca arriba, coloca una suave almohada debajo de su cabeza. Si el bebé está acostado boca abajo, coloca una almohada debajo de su pecho y sus brazos. También puedes sentarte en el suelo y colocar las rodillas debajo de los hombros del bebé para elevar su cabeza.
7. Conocer la técnica de “cuchara” imperial
La técnica de “cuchara” imperial es un método chino que se utiliza para subir la mollera del bebé. Para realizar esta técnica, comienza sosteniendo al bebé boca abajo. Luego, dobla las piernas del bebé hacia arriba, de manera que los muslos queden apoyados sobre el abdomen del bebé. Sostén al bebé por los tobillos y levántalo suavemente hacia arriba, de manera que su cabeza quede apoyada sobre tus piernas.
Consejos adicionales para mantener la mollera sana
Además de estos consejos prácticos para subir la mollera del bebé, existen otros consejos que pueden ayudar a mantener la mollera del bebé sana y en buen estado. A continuación, te presentamos algunos:
1. Asegurarse de que el bebé recibe una alimentación adecuada
Una alimentación adecuada es fundamental para el buen desarrollo de la mollera del bebé. Si tu bebé es alimentado con biberón, asegúrate de que está recibiendo la cantidad adecuada de leche. Si tu bebé es mayor de seis meses, intenta introducir diferentes alimentos sólidos en su dieta para asegurarte de que está recibiendo los nutrientes que necesita.
2. Organizar visitas regulares al pediatra
Las visitas regulares al pediatra son importantes para detectar posibles problemas de salud en el bebé, incluyendo el hundimiento de la mollera. Durante estas visitas, el pediatra puede hacer una evaluación física del bebé y asegurarse de que está creciendo y desarrollándose adecuadamente.
3. Usar ropa y accesorios adecuados
En el verano, es importante asegurarse de que el bebé está vestido con ropa ligera y fresca para evitar el sobrecalentamiento. En el invierno, es importante abrigar al bebé adecuadamente para mantener su cabeza y cuerpo calientes. Además, también es recomendable utilizar sombrero con visera para proteger la cabeza del bebé del sol.
4. Mantener la mollera limpia y seca
Es importante mantener la mollera del bebé limpia y seca para evitar infecciones. Utiliza una esponja suave para limpiar la parte superior del cráneo del bebé con agua tibia y una gota de jabón suave. Asegúrate de secar la mollera del bebé suavemente después del baño para evitar la acumulación de humedad.
5. Utilizar productos naturales
Algunos productos naturales pueden ser útiles para mantener la mollera del bebé sana. El aceite de almendras, por ejemplo, puede ayudar a hidratar la mollera y mantenerla suave. La miel, por su parte, puede ayudar a prevenir las infecciones por su capacidad antibacteriana. El yogurt, por último, puede ayudar a mantener la piel del bebé libre de bacterias y hongos.
6. Evitar los procedimientos mecánicos
En algunos lugares y culturas se acostumbra emplear métodos mecánicos para levantar la mollera del bebé. Estos métodos incluyen paladeada, sacudir al niño en posición vertical, golpearle la planta de los pies o soplar en su boca y nariz. Estos procedimientos son peligrosos y pueden causar lesiones graves en el bebé, como la rotura del paladar. Es importante evitar estos métodos y procurar siempre el bienestar y la seguridad del bebé.
Conclusión
La mollera del bebé puede ser un motivo de preocupación para muchos padres. Sin embargo, es importante recordar que la mollera es una parte normal del desarrollo infantil y que su hundimiento no siempre significa que hay un problema de salud. La mayoría de las veces, la mollera se hunde por motivos como la deshidratación o la desnutrición, por lo que es importante estar atentos a estos factores y seguir algunas recomendaciones prácticas para subir la mollera del bebé. Si sospechas que tu bebé puede tener un problema de salud relacionado con la mollera, lo mejor es consultar con