Existe un gran estigma social en torno a las relaciones amorosas entre primos, a pesar de que en algunos lugares del mundo son comunes y los riesgos genéticos para su descendencia son bajos. En este artículo, abordaremos esta problemática y analizaremos las diversas posturas al respecto.
El estigma social detrás de la relación amorosa entre primos
En la actualidad, existe un fuerte tabú en torno a las relaciones amorosas entre primos, aunque no siempre fue así. En Europa y Estados Unidos, este tipo de uniones era común hasta mediados del siglo XIX, cuando se empezaron a condenar debido al rechazo de la comunidad médica.
Pese a que los riesgos de malformaciones en los descendientes de parejas consanguíneas son menores de lo que se cree, la sociedad todavía mira con desconfianza este tipo de relaciones. ¿Pero por qué?
Al respecto, cabe señalar que el estigma social en torno a la relación amorosa entre primos se ve reforzado por factores culturales y religiosos. En algunos países de Occidente, por ejemplo, la prohibición de casarse con primos está arraigada en una fuerte tradición judeocristiana que se extiende hasta nuestros días.
El nombre de la relación amorosa entre primos
Antes de continuar, veamos la respuesta a la pregunta que planteamos en el título: ¿Cómo se le llama a una relación amorosa entre primos?
El término médico para referirse a estas uniones es “parenthood among blood relatives” o “consanguineous unions”. Sin embargo, el término popular para estas relaciones es “incesto”, aunque esta palabra se refiere a la relación sexual entre parientes dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio, según la RAE.
La palabra “incesto” proviene del latín “incestus”, que significa “no casto” o “impuro”, y se aplicaba a cualquier tipo de relación considerada inapropiada. Por lo tanto, la palabra “incesto” no es el término adecuado para referirse a una relación amorosa entre primos, ya que puede generar confusión y alimentar el estigma social en torno a este tipo de uniones.
Los riesgos genéticos en la relación amorosa entre primos
Aunque existen algunos riesgos de malformaciones en los descendientes de parejas consanguíneas, estos son menores de lo que se cree.
Según el doctor Greg Jenkins, el 94% de los bebés de parejas con relaciones de consanguinidad nacen sin anomalías congénitas. Sin embargo, estos riesgos aumentan a medida que aumenta el grado de parentesco. Es decir, a mayor grado de parentesco, mayor probabilidad de que algún gen defectuoso sea transmitido por ambos padres a los hijos.
Por ejemplo, en los casos de matrimonios entre hermanos, los riesgos genéticos son mayores debido a que comparten el 50% de su material genético. En cambio, en el caso de los primos, este porcentaje se reduce a un 12,5%. Además, los estudios muestran que la mayoría de los niños nacidos de parejas consanguíneas son sanos y no presentan problemas de salud significativos.
El caso de Casey y Sara
Un ejemplo de una pareja de primos que ha superado los estigmas sociales e iniciado una vida juntos es el caso de Casey y Sara. La pareja, primos hermanos, lleva casada 23 años y reside en Carolina del Norte.
Al principio, Casey y Sara se mantuvieron en secreto y se sintieron avergonzados ante la posible reacción de los demás. Sin embargo, cuando finalmente decidieron hacer público su amor, la familia y la comunidad se sorprendieron al principio, pero con el tiempo aceptaron y comprendieron que su amor era real.
Actualmente, desean tener hijos, pero como toda pareja que decide tener descendencia, deben realizarse exámenes y recibir asesoramiento genético antes de procrear para disminuir los riesgos genéticos.
La concepción de un tabú social
En la Edad Media, la Iglesia presionó para legislar en contra de los matrimonios entre familiares, lo que llevó a la creación del “Impedimento matrimonial de consanguinidad”, que prohibía el matrimonio en varios grados de parentesco.
En algunos lugares del mundo, sin embargo, los matrimonios entre primos son muy comunes y no generan problemas ni en la comunidad ni en la descendencia. Alan Bittles asegura que aproximadamente un 10% de la población mundial vive en comunidades donde al menos el 20% de los matrimonios son entre primos segundos.
Por lo tanto, la concepción de que la relación amorosa entre primos es tabú es en gran medida un constructo social y cultural. En este sentido, es importante analizar y cuestionar las prácticas culturales que perpetúan estos estigmas.
El papel de la familia en las relaciones amorosas entre primos
La relación amorosa entre primos puede generar tensiones en la familia. En muchos casos, como el de Maricel Ordoñez y Marcelo Yáñez, la familia se opone y los castiga al principio, pero con el tiempo comprenden y aceptan el amor que se tienen.
En algunos casos, la cohesión de la familia es tan fuerte que algunos miembros no buscan relaciones fuera de la misma. Los niños y adolescentes suelen tener sus primeras exploraciones sexuales con sus primos debido a la cercanía que supone y las numerosas instancias familiares compartidas.
Por lo tanto, es importante que los padres enseñen a sus hijos valores como el respeto, la honestidad y la responsabilidad, para que puedan tener relaciones saludables dentro y fuera de la familia. Del mismo modo, es importante estar atento para evitar situaciones de aprovechamiento o abuso entre jóvenes de diferentes edades en estos contextos.
¿Está prohibido el incesto?
Según la RAE, el incesto se refiere a la relación sexual entre parientes dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio. Es decir, el incesto no es un concepto médico, sino legal y moral.
La mayoría de los Estados tienen leyes que prohíben los matrimonios entre parientes consanguíneos. En algunos países, no obstante, el incesto está despenalizado, siempre y cuando no se incurra en una ilegalidad como relaciones no deseadas o con menores, pero no se permite el matrimonio entre parientes consanguíneos.
Conclusión
En conclusión, podemos decir que la relación amorosa entre primos está rodeada de muchos estigmas sociales, culturales y religiosos. Si bien existen algunos riesgos de malformaciones genéticas en la descendencia, estos son menores de lo que se cree.
Es importante cuestionar los estigmas sociales que rodean estas uniones, así como fomentar la educación sexual y la responsabilidad personal para que todos puedan tener relaciones saludables dentro y fuera de la familia.
Siempre es importante respetar las decisiones de cada persona, sin importar su parentesco, y no juzgar a quienes deciden tener una relación amorosa entre primos.